La aviación rusa efectuó este miércoles sus primeros ataques
en Siria, por pedido del presidente Bashar al Asad, contra objetivos del grupo
yihadista Estado Islámico en tres provincias.
Los aviones rusos golpearon “con precisión blancos en
tierra de los terroristas del grupo Estado Islámico en Siria”, anunció el
general Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa, confirmando una
información adelantada por Estados Unidos.
Concretamente se destruyeron “equipamientos
militares”, “depósitos de armas y municiones” y herramientas de
comunicación del grupo yihadista, que el año pasado proclamó un califato en los
territorios bajo su control en Irak y Siria.
Muy poco antes, el Senado ruso había autorizado al
presidente Vladimir Putin a emplear la fuerza militar en el extranjero. El
mandatario justificó las operaciones afirmando que se debe actuar de forma
preventiva contra los yihadistas, antes de que se conviertan en una amenaza
cercana.
La campaña iniciada este miércoles es la primera
intervención militar de Rusia lejos de sus fronteras desde la invasión
soviética de Afganistán en 1979, concluida una década más tarde con un sonado
fracaso.
Estados Unidos, que desde hace poco más de un año lidera una
campaña aérea contra el EI en Irak y Siria, se vio sorprendido por la
iniciativa rusa y se quejó de los bombardeos, por boca de su secretario de
Estado John Kerry.
El Pentágono dijo rápidamente que los ataques rusos no
cambian la misión internacional liderada por Washington en Irak y Siria
“para degradar y destruir al EI”.
Una fuente de la seguridad rusa explicó a que los aviones de
Moscú efectuaron “numerosos ataques” contra “posiciones
terroristas” en tres provincias sirias, Hama y Homs, en el centro del
país, y Latakia, en el oeste. Los aparatos rusos bombardearon junto con aviones
del régimen de Damasco.
“La única forma apropiada de combatir el terrorismo
internacional (…) es actuando de forma preventiva, batallando y destruyendo a
los combatientes y los terroristas en los territorios que ya han conquistado, y
no esperando a que lleguen a nosotros”, declaró Putin ante la televisión.
Además afirmó que los bombardeos rusos son conformes con el
derecho internacional, ya que responden a un pedido de ayuda militar formulado
por la presidencia siria. Ésta confirmó que el presidente Bashar al Asad envió
una carta en ese sentido a Putin, a falta de una resolución de la ONU.
Putin confirmó igualmente que el dispositivo se limita a
atacar por aire, y descartó, al menos por el momento, el despliegue de tropas
terrestres rusas en Siria.
Por su lado, la Iglesia ortodoxa rusa defendió la
intervención en Siria, calificando la lucha antiterrorista de “guerra
santa”.
PULSO DIPLOMÁTICO
CON EE.UU.
La aceleración de la intervención rusa en Siria tiene como
telón de fondo un pulso diplomático entre Washington y Moscú sobre el papel del
presidente sirio Bashar al Asad, que los occidentales califican de
“tirano” que debe abandonar el poder y Rusia considera un escudo
imprescindible contra el yihadismo.
El lunes pasado en la ONU, en su primer discurso ante la
Asamblea General en diez años, Putin llamó a la formación de una “amplia
coalición antiterrorista” contra el Estado Islámico, que incluya al
régimen sirio y a Irán, otro aliado de Damasco.
Barack Obama, que desde hace un año desarrolla sin mucho
éxito una campaña aérea contra el Estado Islámico en Irak y en Siria, rechaza
esa idea, insistiendo en que se necesitan “nuevos dirigentes” en
Damasco.
El presidente francés François Hollande comparte esa opinión
y dijo en la ONU que no se pueden “hacer trabajar juntos a las víctimas y
al verdugo”.
Rusia respondió a ambos dirigentes que no les correspondía
determinar quién debe gobernar en Damasco.
Precisamente este miércoles, Rusia preside una sesión del
Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York sobre la lucha “contra la
amenaza terrorista”, especialmente la del Estado Islámico en Irak y Siria.
Rusia presentará en ese sentido un proyecto de resolución sobre la lucha
antiterrorista.
ATAQUES RUSOS EN
SIRIA NO CAMBIAN MISIÓN DE COALICIÓN CONTRA EI, DICE EE.UU.
El inicio de ataques aéreos rusos contra objetivos rebeldes
en Siria no alterará la estrategia de la coalición liderada por Estados Unidos
para enfrentar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), afirmó el
miércoles el vocero del Departamento de Estado norteamericano John Kirby.
“La coalición liderada por Estados Unidos continuará
sus misiones aéreas en Irak y Siria como está planeado y en apoyo de nuestra
misión internacional para degradar y destruir al EI”, dijo Kirby a la
prensa.
Al explicar la dramática secuencia de acontecimientos Kirby
señaló que “un responsable ruso en Bagdad informó por la mañana al
personal de la embajada de Estados Unidos que la fuerza aérea rusa empezaría a
llevar a cabo misiones contra el EI hoy en Siria”.
“Luego pidió a los aviones de Estados Unidos evitar el
espacio aéreo sirio durante esas misiones”, continuó.
En forma separada, un alto responsable estadounidense dijo a
la prensa que el
secretario de Estado norteamericano John Kerry se quejó el
miércoles ante el canciller ruso Serguei Lavrov por los ataques rusos en Siria.
En una conversación entre los dos ministros al margen de la
Asamblea General de la ONU en Nueva York, Kerry dijo a Lavrov que la movida
rusa “va contra sus esfuerzos de evitar un conflicto y es
contraproducente”, explicó a periodistas este responsable que no quiso
revelar su identidad.
PUTIN, SOBRE SIRIA:
HAY QUE SORPRENDER A LOS “TERRORISTAS” ANTES DE QUE “LLEGUEN A
NOSOTROS”
El presidente ruso, Vladimir Putin, justificó, previo al
ataque, que se debe actuar de forma preventiva contra los yihadistas, antes de
que se conviertan en una amenaza cercana.
“La única forma apropiada de combatir el terrorismo
internacional (…) es actuando de forma preventiva, batallando y destruyendo a
los combatientes y los terroristas en los territorios que ya han conquistado, y
no esperando a que lleguen a nosotros”, dijo Putin ante la televisión.
(Con información de AFP)