El 30 de agosto se conmemoró el Día de los Desaparecidos y
aunque es una fecha que no quisiéramos que existiera, cada vez aumenta.
Con motivo de esta fecha Amnistía Internacional manifestó y
condenó el uso que hacen los gobiernos de la desaparición forzada para
silenciar a sus detractores e infundir miedo a grupos específicos, además que
es una práctica que persiste en todas las regiones del mundo.
“Gobiernos de todas las regiones del mundo, desde Siria
hasta México y desde Sri Lanka hasta Gambia, podrían tener a centenares de
personas, e incluso miles, recluidas en secreto. En muchos países, las
autoridades continúan sometiendo a hostigamiento e intimidaciones a quienes
buscan a sus familiares desaparecidos. La lucha por la justicia no debe
cesar”, ha señalado Salil Shetty, secretario general de Amnistía
Internacional en su portal.
“Con ocasión del Día Internacional de los Desaparecidos,
ofrecemos nuestro apoyo a todas las personas del mundo sometidas a desaparición
forzada y detención ilegal por las autoridades del Estado, así como a sus
familiares. Los gobiernos de los países donde se producen desapariciones forzadas
deben recibir mayor presión aún para que acaben con esta aborrecible
práctica.”
Las desapariciones forzadas las cometen agentes del Estado o
personas que actúan en su nombre y se niegan a reconocerlo u ocultan la suerte
y el paradero de la víctima, dejándola fuera del alcance de la protección de la
ley, señalan.
Las desapariciones suelen seguir unas pautas: una vez
detenida, la víctima casi nunca comparece ante un tribunal, y casi nunca hay
constancia en ningún registro de su “delito” ni de su detención. Una
vez fuera de la vista, la persona sometida a desaparición forzada está muy
expuesta a sufrir malos tratos, tortura, e incluso la muerte.
Este año, Amnistía Internacional está instando a decenas de
gobiernos que hacen uso de la desaparición forzada contra quienes se oponen a
ellos a que dejen definitivamente de emplear esta táctica. Con ocasión del Día
Internacional de los Desaparecidos, la organización pone de relieve casos de
cada una de sus regiones globales.
América – México
Según cifras oficiales, desde 2007 han desaparecido o están
en paradero desconocido en México casi 25 000 personas, cerca de la mitad de
ellas durante el actual gobierno del presidente Peña Nieto.
El asunto acaparó los titulares internacionales en
septiembre de 2014, tras la desaparición de 43 alumnos dela escuela normal
rural de Ayotzinapa, localidad del estado mexicano de Guerrero.
Los estudiantes iban de camino a una manifestación contra
las reformas educativas del gobierno, cuando fueron atacados por la policía y
por hombres armados en Iguala. Murieron tres de ellos. Testigos presenciales
vieron a la policía llevarse a otros. Un día después apareció el cuerpo
torturado del estudiante Julio César Mondragón, con lo que agudizó en las
familias de los 42 restantes la angustia de no saber la suerte que habían
tenido sus hijos.
Al principio, las autoridades dijeron no saber dónde
estaban, pero 10 meses más tarde dieron una explicación que las familias y sus
representantes no creen.
Aunque el asunto ha suscitado atención internacional, las
autoridades no ha investigado debidamente todos los aspectos del caso, ni
siquiera las preocupantes denuncias de complicidad de las fuerzas armadas. No
obstante, han sacado a la luz la connivencia entre funcionarios locales y
bandas delictivas.
Estudiantes, familias y ciudadanos mexicanos de toda
condición ha salido por centenares a la calle para exigir valerosamente que se
tomen medidas. Omar, amigo de uno de los estudiantes, ha dicho a Amnistía
Internacional que van a continuar con su lucha por la verdad, por la justicia y
por una reparación.
“La respuesta del gobierno no ha sido más que irrespetuosa e
insensible. Estoy alarmado por lo que ha ocurrido, pero no tengo miedo. Nunca
renunciaremos a nuestra lucha por la justicia”, afirma.
Amnistía Internacional ha organizado una campaña de envío de
cartas para instar al presidente de México a investigar debidamente los
millares de desapariciones ocurridas en el país: http://alzatuvoz.org/noesnormal/
Oriente Medio y el
Norte de África – Siria
En Siria, casi 85.000 personas han sufrido desaparición
forzada entre 2011 y 2015, según fuentes de Amnistía Internacional. Continúan
desapareciendo civiles a un ritmo alarmante, y entre los casos documentados por
la organización figuran ahora personas de nuevos grupos, no sólo opositores
políticos, defensores de los derechos humanos y activistas, sino también
personas como profesores y civiles que no habían hecho más que entraren el
territorio controlado por el gobierno para cobrar su sueldo público.
Rania Alabbasi y sus seis hijos, de entre 3 y 15 años de
edad, fueron detenidos por las autoridades sirias en marzo de 2013. No se ha
vuelto a saber nada de ellos desde entonces. Pese las solicitudes de sus
familiares, las autoridades sirias no han proporcionado ninguna información
sobre lo que les ha ocurrido, dónde están o por qué fueron detenidos.
Naila Alabbasi, hermana de Rania Alabbasi, ha explicado a
Amnistía Internacional:
“Cuando comenzó el levantamiento, no quería irse. [Mi
hermana] pensaba que ella y su familia estaban a salvo porque no habían
participado en ninguna actividad política ni pertenecían a ningún partido de
oposición. No asistían a ninguna manifestación. Por eso pensaba que no les
ocurriría nada.”
“No sabemos nada de ellos. Todos los intentos de averiguar
algo han sido infructuosos […] no debemos olvidar a Rania, a su familia ni a
las demás personas privadas de libertad en situaciones semejantes. ¡Alcemos
todos nuestras voces por su liberación!”
A partir del 30 de agosto, los simpatizantes de Amnistía
Internacional pueden sumarse a unapetición al gobierno sirio para que ponga fin
a todas las desapariciones forzadas y permita la entrada de funcionarios de la
ONU en el país para que lleven a cabo investigaciones independientes.
Asia– Sri Lanka
Se cree que fueron decenas de miles las personas
desaparecidas en el conflicto entre los Tigres de Liberación de Eelam Tamil y
el ejército que terminó en 2009 y en una campaña contra la insurgencia
emprendida por las fuerzas de seguridad contra los izquierdistas anteriormente,
entre 1989 y 1990. Se han resuelto muy pocos casos, y se tiene noticia de
intimidación flagrante contra las familias de desaparecidos que se han atrevido
a preguntar por su paradero.
Desde 1990, los sucesivos gobiernos han creado varias
comisiones, que han implicado a destacados políticos y altos cargos de la
policía y las fuerzas de seguridad. Sin embargo, las autoridades han hecho caso
omiso en su mayor parte de la recomendación de procesar a estas personas,
algunas de las cuales continúan en sus puestos.
Ahora, incluso en tiempo de paz, las desapariciones
continúan: poco después de las elecciones presidenciales de 2010 desapareció el
caricaturista Prageeth Egnalikoda.
Su esposa, Sandya, ha dicho a Amnistía Internacional que
ahora su principal lucha en la vida es ver que se haga justicia y se condene a
los responsables. “El principal sostén de nuestra familia no está, así que
tenemos muchas dificultades económicas. Además, tengo que ser el padre y la
madre de nuestros hijos. Esta lucha es habitual en las familias de los desaparecidos”,
explica.
Los ciudadanos de Sri Lanka pueden participar, desde su país
o desde el extranjero, en un concurso de poesía organizado para recordar los
decenios de desapariciones con el título de “Sombras silenciadas”.
Para más información, pueden escribir a [email protected]
Europa – Bosnia y
Herzegovina
Sigue sin conocerse la suerte de más de 8.000 personas desde
el conflicto de Bosnia y Herzegovina de la década de 1990. Dos decenios
después, las autoridades de todo el país continúan sin dar respuesta a las
familias de los desaparecidos. El Estado no ha aplicado plenamente la Ley sobre
Personas Desaparecidas, en virtud de la cual las autoridades deben buscar a
todas las personas en paradero desconocido y establecer debidamente un fondo
para apoyar a las víctimas y a sus familias.
“La ley sólo existe en el papel. Nadie la respeta”,
afirma Zumra Sehomerovic, vicepresidenta del Movimiento de Madres de los
enclaves de Srebrenica y Žepa.
“Cuando acudimos a las autoridades, por ejemplo para
inscribir a una persona en paradero desconocido en el registro municipal y que
nos den un certificado, nos tratan con desdén.”
Amnistía Internacional pide al presidente del Consejo de
Ministros de Bosnia y Herzegovina que garantice que las autoridades buscan a
todas las víctimas de desaparición forzada de la guerra y ofrecen reparaciones
a sus familias.
África – Gambia
En muchos Estados africanos, los periodistas están expuestos
a sufrir intimidaciones del gobierno y procesamiento. Uno de los regímenes más
restrictivos es Gambia. En abril de 2004, el presidente Yahya Jammeh dijo a los
periodistas que obedecieran a su gobierno o “se fueran al infierno”.
En julio de 2006 se tuvo noticia de que el periodista Ebrima
Manneh, del Daily Observer, había
sido detenido por los servicios de seguridad del Estado tras intentar
reproducir un informe de la BBC donde se criticaba al presidente Jammeh poco
antes de la celebración de una reunión de la Unión Africana en Banjul. Sus
compañeros de trabajo fueron testigos de la detención.
Tras reiterados esfuerzos de su padre y sus colegas por
encontrarlo, el gobierno emitió en febrero de 2007 una declaración oficial en
la negaba su detención, así como tener conocimiento de su paradero. En 2008, el
Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental
determinó que su detención era ilegal y ordenó a las autoridades gambianas
dejarlo en libertad de inmediato. También ordenó indemnizarlo con 100 000
dólares estadounidenses por daños y perjuicios. Aún no se ha ejecutado la
sentencia.
El gobierno de Gambia insiste en que ha buscado en todas las
prisiones y no encuentra rastro de él Sin embargo, según información reciente,
está recluido sin cargos en la comisaría de policía de Fatoto, en el este del
país. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia y pide que sea
puesto de inmediato en libertad incondicional. Sigue sin conocerse su paradero.