Julieta Venegas arriba puntualmente al café Le Pause —uno de sus favoritos en el colonial barrio de Coyoacán de la Ciudad de México—. Viste completamente de negro. Esboza una leve sonrisa. Saluda amable e interesada y, al hablar, mira directamente a los ojos.
Nuestra charla inicia a propósito de su más reciente disco, en el que la cantante recorre pasajes que van de su niñez hasta el complejo entorno de México, el cual incide en las letras de sus canciones, que sacude sus emociones más profundas.
—Tal parece que “infancia es destino”, o al menos esa impresión da Explosión, tu último disco, donde abordas el tema de tu niñez con el sencillo “Ese camino”.
—En realidad es una forma de celebrar algo de la niña que fui, siempre he pensado que como adultos llevamos algo de la inocencia que en la infancia se queda dentro de nosotros y que nos permite cierta frescura y la posibilidad de ser espontáneos, de jugar y ser sorprendidos por las cosas.
—¿Cómo ha cambiado la niñez de hoy comparándola con la de hace veinte o treinta años?
—A cada generación le toca romper con la anterior, es casi una obligación y parte de la naturaleza de la vida, porque nos toca crecer con diferentes tipos de estímulos. Es imposible no comparar lo que era la tecnología cuando yo era pequeña a lo que mi hija está viviendo ahora; es algo que ya te dispone de otra manera hacia las cosas, para bien y para mal.
En este punto, la compositora hace una pausa. Su mente es ocupada por su hija, Simona, a quien define como una “cabeza dura”, igual que ella. Piensa que ello le traerá algunos “problemas” cuando crezca. De inmediato Julieta se evalúa a sí misma: “Yo ya me siento como mi abuela cuando decía: ‘Es que en mis tiempos no había televisión’. Ahora yo digo: ‘Es que en mis tiempos no había niños con celulares en el recreo’. La vida se va moviendo todo el tiempo”.
Abordar temáticas sobre la infancia es un tema obligado, sobre todo en una región como Latinoamérica, donde la Unicef calcula que más de la mitad de los niños vive en condiciones de pobreza. Julieta no es ajena a esto, por ello colabora con diversas ONG para apoyar causas filantrópicas enfocadas en apoyar a niños y mujeres, principalmente.
Para ella la infancia nos muestra la situación actual de las cosas en los países. Como desastrosa califica la situación de nuestro país. “En México existe un terrible descuido por los niños y de una gran parte de la población que vive en la pobreza, la brecha abismal que hay entre ricos y pobres es desastrosa, y el hecho de que unos cuantos concentren la riqueza es algo que marca la vida de muchas personas para mal.”
Destaca el rol fundamental que tiene la educación como base de las sociedades, que esta marca y determina el destino de un niño, una familia y una nación:
“Siempre he defendido la educación porque creo que muchos de los problemas que tenemos son a raíz de la falta de oportunidades en un país que no ha cuidado y no ha apostado por la educación como solución a muchos de sus más graves problemas.”
—¿Crees que el gobierno no demuestra una voluntad real en el tema educativo?
—No tenemos gobernantes interesados en tener ciudadanos educados. La figura del político se ha deformado en México, ya no piensan en el pueblo ni en el país, su único interés es en su círculo cercano, somos una nación gobernada por élites que no están mirando más allá de la burbuja en la que viven.
Como sucede en la mayoría de las conversaciones de café, la corrupción sale a flote. La cantante la ve como el reflejo de defectos que arrastramos de tiempo atrás como sociedad. “México es un país con demasiada corrupción y esta se refleja en la violencia que deriva en la inseguridad, el narcotráfico y, desde luego, la pobreza, que son el reflejo de defectos que tenemos como país desde hace mucho tiempo, y para mí el PRI es un gran responsable de esto.”
De pronto Venegas me cuestiona por qué estamos abordando estas temáticas que tilda de “tristes”. Sólo atino a decir: “Porque somos Newsweek en Español”. Entonces suelta una espontánea carcajada y asintiendo con la cabeza reconoce la importancia de abordar las problemáticas sociales, más allá de que exista un prejuicio respecto a que los artistas están imposibilitados de hablar sobre ciertos asuntos. Es lamentable —le reviro— que hay muchos que ni siquiera están dispuestos a tocar la “triste” realidad. A lo que responde:
“Sí, a veces nos relacionan con la frivolidad, con la inconsciencia, pero creo que ante el momento que vive México no podemos estar desconectados, tenemos que estar enchufados con lo que está pasando.”
“Explosión”, una de las canciones que incluye el disco del mismo nombre, refleja este urgente acto de conciencia de Julieta. Cuenta que está escrita desde una ambivalencia de dolor y amor profundo por México. No duda al aceptar que se trata de la canción más explícita en su acervo musical:
“Ahora sé que la vida son momentos de tristeza, alegría, dolor, y todas las emociones que siento trato de expresarlas al escribir las canciones; para mí parte de esa emoción es México… es complejo escribir sobre la realidad, sobre la violencia, y ver cómo nos transforma en algo irreconocible. En este sentido, ‘Explosión’ es una de las canciones más difíciles que he creado, desde atreverme hasta poner la primera letra en el papel.”
La también embajadora de la Unicef en México aborda las desapariciones forzadas, desde lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa hasta aquellos casos de mujeres desaparecidas que, sin ser tan mediáticos, siguen sin recibir justicia. Dice que evita caer en poses de fórmulas mágicas para solucionar problemas, pero que consideró necesario escribirla ya que toda su música le parecía rebasada ante las circunstancias que atraviesa el país.
“La escribí desde el dolor, es un grito que no es una respuesta ni una solución, esto está alejado de una pose como artista de decir: ‘mira, esto es lo que escribí y esto tenemos que hacer’, es simplemente la necesidad de escribirla porque veo lo que ocurre a mi alrededor y me genera mucho dolor. La realidad nos sobrepasa actualmente, rebasa incluso a la poesía, todo lo que vivimos a diario en México parece superar cualquier retórica”.
Durante la gira que realizó en septiembre de 2014 con Los Tigres del Norte y Kinki, justo cuando acababa de ocurrir la desaparición de normalistas en Iguala, Julieta subió al escenario con una tristeza profunda, todo ese dolor encontró salida en su canción “Una respuesta”.
La mirada de la tijuanense se extravía por un momento en unos arbustos ubicados a mi costado que reciben las últimas gotas de lluvia de un tarde de verano. Poco después retoma las palabras. Dice estar convencida de que la respuesta no está en un solo sector de la población porque esta nación que habitamos la hemos construido todos, pasiva o activamente.
“Estamos pasando un momento sumamente complejo y difícil; creo que nos toca poner en práctica verdaderamente la democracia, que no sólo es participar y salir a votar, sino respetar la opinión de otros, sus ideas.”
Varias pensamientos sobre la situación del país se le agolpan en la voz; la cantante mexicana las va explicando, una a una, con vehemencia:
“Los problemas se han salido de control y tenemos que regresar a buscar la raíz, ya que creo que todos hemos contribuido a lo que ahora es México”. Sin embargo, Julieta se muestra al mismo tiempo optimista:
“Yo amo a México, ni siquiera dudo de que vayamos a salir adelante, no sé si es un exceso de optimismo o simplemente que no concibo que un país tan grande, tan rico, con tantas cosas buenas y cultura, esté sumergido en una crisis tan profunda y seamos incapaces de salir adelante.”
Para ella no toda la culpa es del PRI, de Televisa, o de otros grupos hegemónicos. Hay muchos actores irresponsables como el Partido Verde y sus promotores: varios personajes de la farándula mexicana o el mismo Piojo Herrera, a quienes reclama el haberse vendido “por unos pesitos”:
“No podemos salir a decir: ‘Vota por tal partido’… Los tuits verdes me parecen sumamente irresponsables, son el reflejo del difícil momento que pasa México, todavía hay gente que está dispuesta a venderse por unos pesitos cuando estamos en un momento tan crucial… Y más allá de los montos, ¿cuánto te puede durar el dinero? Se me hace el colmo el venderse por dinero, es sumamente irresponsable, y por cierto, ya no me cae bien el Piojo.”
Al cierre de la entrevista, aludo al enemigo público de moda entre los inmigrantes mexicanos: Donald Trump. Le pregunto su opinión sobre el excéntrico multimillonario que está buscando la candidatura republicana rumbo a las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Sonríe y responde:
“Lo único que espero es que no se les ocurra elegirlo, sería algo terrible, sobre todo porque defiende el racismo en un país que está conformado no solamente por inmigrantes mexicanos, sino de todo el mundo. La de Trump es una manera muy equivocada de percibir a Estados Unidos, por todo lo que significa esta nación en cuestión de migrantes, ya que todos ahí, de una u otra forma, son inmigrantes.”