El operativo de búsqueda en territorio hidalguense de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, tras su fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México, se mantendrá hasta recibir notificación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), informó a Criterio el secretario de Seguridad Pública, Alfredo Ahedo Mayorga.
Además de los filtros carreteros y el blindaje a las fronteras con Veracruz, San Luis Potosí, Querétaro, Tamaulipas y el Estado de México, inició el rastreo y revisión al historial de llamadas de los internos de los 12 Centros de Readaptación Social (Cereso) y las cinco cárceles distritales de Hidalgo para identificar si existen conversaciones relacionadas con el escape del líder del cártel de Sinaloa.
También fueron suspendidas las llamadas al exterior desde las penitenciarías.
Asimismo, se activaron protocolos de vigilancia en el aeródromo Guillermo Villasana de Pachuca y se reforzó el operativo –en el que participan 5 mil 500 elementos de las corporaciones de seguridad en el estado– con los 288 militares que están asignados al combate a la delincuencia y resguardo de instalaciones estratégicas en la entidad para tratar de ubicar al capo.
La solicitud de apoyo al gobierno estatal se recibió, según Ahedo Mayorga, entre 10:30 y 10:45 de la noche del sábado –dos horas después de que el sistema de videovigilancia del centro penitenciario del Altiplano perdiera el registro de Guzmán Loera. El objetivo era un convoy integrado por tres camionetas negras tipo Suburban.
Además de Hidalgo, donde se vigilan los accesos a Ciudad Sahagún, Tizayuca, Tula y el Arco Norte, el operativo de búsqueda en el centro del país incluye a Puebla, Tlaxcala y Querétaro, además de Guerrero y Michoacán.