La noticia de la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán, de 58 años y quien llegó a ser el delincuente más buscado por México y Estados Unidos, estropea la suntuosa visita de estado preparada por el gobierno mexicano al país galo, donde se esperan protestas hacia el Ejecutivo mexicano por las graves violaciones a los derechos humanos que ocurren en México, como son los casos de desaparición forzada, asesinatos de periodistas y feminicidios, estas, por parte de la comunidad francomexicana y diversas organizaciones no gubernamentales, a lo que se sumarán cuestionamientos de la prensa internacional sobre la segunda fuga de uno de los capos más peligrosos del planeta.
Y es que no es la primera vez que el Chapo escapa de una prisión de alta seguridad en México. Guzmán Loera fue detenido por primera vez el 9 junio de 1993 en Guatemala. En esa ocasión, el capo fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco (oeste), de donde se fugó el 19 de enero de 2001 aparentemente escondido en un carrito de ropa sucia.
Siguió una larga e intensa persecución, que el escurridizo capo logró burlar en varias ocasiones gracias a puertas reforzadas con acero en sus residencias y a un sistema de túneles secretos, así como una estrecha connivencia con autoridades de todos los niveles.
Finalmente, el 22 de febrero del año pasado fue aprehendido nuevamente por la Marina Armada en su feudo del estado de Sinaloa.
El arresto fue anunciado a bombo y platillos por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que recibió elogios internacionales por el “histórico” logro.
En ese entonces, la PGR ofrecía por Guzmán una recompensa de unos 2.3 millones de dólares, mientras que Estados Unidos puso un precio de cinco millones.
Además, la ciudad de Chicago lo había declarado su “enemigo público número uno”, siendo el primer criminal señalado como tal desde Al Capone.
Las autoridades exhibieron ante los medios a un Guzmán cabizbajo y esposado, que lucía un espeso cabello negro y bigote.
Inmediatamente después, Estados Unidos expresó su deseo de extraditar al capo, algo a lo que México se negó rotundamente.
Diecisiete meses más tarde, la nueva fuga del capo da un sorpresivo giro a la situación y pone en entredicho al gobierno de Peña Nieto, quien tiene previsto llegar a Francia este domingo para una visita de Estado.
El veterano capo Ismael “El Mayo” Zambada, que había sido considerado el sucesor natural de Guzmán al frente del cártel de Sinaloa, también está prófugo.
Llega a Francia con malas noticias
El presidente de México, Enrique Peña Nieto arribó a París a 6:00 de la mañana de este domingo (hora de México), para iniciar una visita de Estado en el país galo, ya con la noticia de la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán la noche del sábado, mientras él y su nutrida comitiva, viajaban rumbo a Europa.
La visita de Estado del presidente de México responde a la invitación que le hizo su homólogo francés, Françoise Hollande, para ser el invitado de honor durante las celebraciones del 14 de julio, Día Nacional de Francia.
Sin embargo, la visita no será del todo tersa, ya que en días anteriores, diversas organizaciones de derechos humanos en Francia han pedido a François a Hollande condenar públicamente las desapariciones forzadas en México.
“Le pedimos que aproveche la oportunidad para condenar públicamente las desapariciones forzadas, las torturas generalizadas y las ejecuciones extrajudiciales perpetradas casi a diario en México con total impunidad”, escriben en una carta abierta al presidente francés.
En momentos en que París se apresta a recibir a Peña Nieto “como invitado de honor de la fiesta nacional francesa” del 14 de julio, los firmantes afirman que “la vocación de Francia (…) no es honrar a un dirigente implicado en actos represivos (…) a cambio de jugosos contratos de armamento”, como la posible venta de 50 helicópteros Super Puma de Airbus Helicopters a México.
La última visita de Estado de un presidente mexicano a Francia, fue en 1997, durante el gobierno de Ernesto Zedillo.
391 personas lo acompañan
El diario Reforma dio a conocer que un ejército de alrededor 400 funcionarios, personal de apoyo, militares, empresarios y Rectores de universidades acompañará al presidente Enrique Peña y a la primera dama, Angélica Rivera, en la visita a Francia que iniciarán mañana, pese a la polémica que suscitó el Ejecutivo en su viaje a la Gran Bretaña, en el que se hizo acompañar por una comitiva de 232 personas, casi la mitad de este nuevo viaje.
Como respuesta a lo publicado, Presidencia informó que serán un total de 391 personas quienes acompañen a Peña Nieto en el viaje al país galo, entre la comitiva oficial, equipo de logística, elementos de fuerzas armadas, rectores de universidades, empresarios y reporteros.
Eduardo Sánchez, vocero de Presidencia, detalló a través de Twitter que la comitiva oficial está integrada por 68 personas (51 más que en su pasada viaje a Londres, cuyo costó fue de 7 millones 153 mil pesos).
De acuerdo al vocero presidencial, serán más de 20 eventos en los que participará Peña Nieto en Francia, para los que requerirá a 73 personas de logística la logística.
Del mismo modo, dio a conocer que los 156 elementos de las fuerzas armadas que también irán a Francia para participar en un desfile militar, serán invitados por el gobierno francés.
El resto de la comitiva está conformada por 24 reporteros, 26 rectores y 44 empresarios, de los cuales, 26 cubrirán la totalidad de sus gastos y 18 recibirán un apoyo de 35 mil pesos.
(Con información de AFP)