La moda de las selfies ha llevado en Rusia a que varios jóvenes arriesguen la vida para tomarse la más “original”, lo que en algunos casos ha tenido consecuencias fatales.
Tal es el caso de Xenia Ignatyeva, una adolescente de 17 años que en abril pasado subió a un puente ferroviario en San Petersburgo para intentar tomarse una foto con la impresionante vista detrás de ella. Pero algo salió mal: Ignatyeva intentó agarrarse de unos cables que la electrocutaron y en seguida falleció tras caer de una altura de de diez metros.
En mayo, una rusa de 21 años de edad se lesionó la sien al posar para una fotografía apuntándose la cabeza con una pistola de balas de goma. La joven tuvo que ser hospitalizada con heridas graves.
Apenas el día de hoy otro accidente provocó la electrocución de un par de adolescentes de 15 años que subieron al techo de un tren de carga en Taganrog, Rusia, para tomarse una selfie. Los jóvenes sufrieron una descarga eléctrica de alto voltaje, por lo cual fueron trasladadas un hospital local por quemaduras.
Así, esta tendencia de hacerse retratos extremos es una más de las imprudentes modas que a veces los jóvenes adoptan para ser reconocidos por los demás en las redes sociales.