La amenaza que otrora
representaba Al-Qaeda tal vez esté disminuyendo gradualmente debido a pérdidas
a nivel de dirigencia, pero Estado Islámico (EI) está llenando rápidamente ese
vacío. Su éxito se puede atribuir, en parte, a una abundancia de combatientes
extranjeros uniéndose a la causa, que cálculos recientes estiman en alrededor
de 20,000. Entre quienes acuden en manada a las zonas controladas por EI en
Siria e Irak desde Estados Unidos, la persona promedio es un varón de 26 años que ha
discutido a EI en los medios sociales, y es un ciudadano de EE.UU. pero es
diverso étnica o racialmente.
Esta información es cortesía de
un nuevo informe del Centro de Seguridad Nacional de la Escuela de Leyes
Fordham, publicado el jueves. El informe analizó a 59 individuos que habían
sido acusados en una corte federal de EE.UU. de apoyar a EI (56) o supuestamente
estaban relacionados con los partidarios y fueron asesinados por las fuerzas de
la ley (3) entre el 1 de marzo de 2014 y el 22 de junio de 2015.
Los individuos incluyen: 31
aspirantes a ser combatientes extranjeros (quienes lograron unirse o trataron
de unirse a EI en el extranjero), 11 facilitadores (quienes auxiliaban a los
aspirantes a combatientes extranjeros o ayudaron a EI en el extranjero con la
logística) y 17 conspiradores locales (quienes supuestamente idearon ataques
contra EE UU).
Además de que la gran mayoría
de los acusados tenía la ciudadanía estadounidense (81 por ciento), casi un
tercio se había convertido al islam y 80 por ciento estaba involucrado en
“comunicaciones simpatizantes con EI o en reclutar a nombre de EI a través de
los medios sociales”, dice el reporte. De hecho, las fuerzas de la ley
descubrieron a 18 de los individuos a través de sus publicaciones en sitios de
medios sociales como Twitter y Facebook.
Los investigadores hallaron
algunas limitaciones para trazar el perfil de los acusados. “Ellos pertenecen a
una amplia gama de orígenes étnicos, incluidos africanos, afroestadounidenses, caucásicos,
asiáticos centrales, europeos orientales y asiáticos sureños”, dice el reporte.
“Pocos son de ascendencia árabe medio oriental”.
El reporte concluye que sus
hallazgos “reflejan una nueva dimensión en el panorama del terrorismo local
después del 11/9”. No sólo los medios sociales están teniendo un nuevo papel
prominente en la radicalización, sino que hay una cantidad alarmante de
personas que están dispuestas a viajar al extranjero para servir al califato, y
los jóvenes y las mujeres se involucran cada vez más. Aun cuando la edad
promedio de los acusados ronda los veintitantos años, 61 por ciento de los
aspirantes a combatientes extranjeros tienen 21 años o menos, y 15 por ciento
de los acusados son mujeres.
Entre marzo y diciembre de
2014, un promedio de una persona al mes fue arrestada en EE UU por cargos
relacionados con EI. Entre enero y hace unos pocos días, la cifra había
aumentado a siete al mes.