“Muchas felicidades, Rocío!” Esto escribió Felipe Calderón Hinojosa en su cuenta de Twitter, luego de la jornada electoral del 7 de junio. Ese fue el único mensaje de felicitación que el expresidente de México dirigió en redes sociales a un candidato de su partido. En este caso, a la candidata ciudadana de Acción Nacional, Rocío Matesanz, quien se convirtió en la primera mujer en la historia de Campeche en llegar a la Cámara de Diputados por la vía directa, por un partido distinto al PRI.
Su triunfo en el Distrito II federal sobre la candidata de la alianza PRI-PVEM, Dinorah Hurtado (una oscura aspirante que siempre había trabajado en los medios de comunicación en el municipio de Ciudad del Carmen), representó una bocanada de aire fresco para un partido que, paradójicamente, tuvo el domingo el peor desempeño de las dos últimas contiendas por el cargo a gobernador con apenas 98 798 votos.
Con una participación de sólo el 50 por ciento —una de las más bajas para un estado que en 2009 y 2012 fue ejemplo a escala nacional con un promedio de participaciones de 65 y 67 por ciento, respectivamente—, Campeche optó el pasado domingo por mantenerse como uno de los nueve estados que no ha conocido la alternancia. El abanderado de la alianza PRI-PVEM, Alejandro Moreno Cárdenas, obtuvo un contundente triunfo con 132 000 votos (40.94 por ciento), muy por arriba de su más cercano rival, el panista Jorge Rosiñol (30.46 por ciento ) y la senadora y abanderada por Morena, Layda Sansores Sanromán (17.43 por ciento).
Todos los sondeos serios marcaron una ventaja mínima de 10 puntos para Moreno Cárdenas, un exsenador y diputado federal que está cumpliendo cuarenta años y que postuló en su campaña la anulación total de la tenencia vehicular y potenciar la inversión extranjera en Ciudad del Carmen, el municipio que aporta 4.1 por ciento del PIB del país gracias a la producción petrolera.
Si bien el Revolucionario Institucional conservará el control del Congreso del estado y en los municipios, el partido que tuvo el mayor avance en los comicios del pasado domingo fue Acción Nacional. Contrario a la tendencia en todo el país, en Campeche el blanquiazul conquistó cinco municipios y siete curules en el Congreso estatal por la vía directa, una cifra histórica para este partido político.
Fueron varias las causas de su crecimiento. En los municipios donde salió airoso el PAN (Candelaria, Ciudad del Carmen, Hecelchakán, Palizada y Calakmul), los alcaldes en turno del PRI fueron duramente castigados por sus percibidos escandalosos actos de corrupción. El partido Morena también alcanzó un triunfo histórico, en una demarcación marcada por la corrupción y con alta presencia del magisterio disidente, Calkiní. Todos los candidatos panistas a diputados locales por el municipio de Carmen arrasaron al tricolor en un hecho inédito.
Si bien el PRI se quedó con el primer y tercer municipio más poblados de la entidad (Campeche y Champotón), el mensaje del electorado fue de castigo a los presidentes municipales que han sido cuestionados por sus presuntos malos manejos. Los alcaldes tricolores en funciones de Carmen y Hecelchakán, por ejemplo, encabezan las mayores observaciones de la Auditoría Superior del Estado (ASE) por millonarios faltantes en sus cuentas públicas, principalmente en la obra pública.
Enrique Iván González López, un alcalde que buscó contender por ese mismo cargo en el 2009, pero como abanderado del PAN, dejará a Ciudad del Carmen con una deuda de más de 1500 millones de pesos, la más alta per cápita en todo el país. La ASE detectó casi 17 millones de pesos sin comprobar en obras, según el informe de la Cuenta Pública 2013.
En el caso del alcalde de Hecelchakán, Fernando Sleme Lavadores, la Auditoría Superior del Estado le detectó un faltante de al menos 7.6 millones de pesos en su cuenta pública cuando gobierna a una demarcación de apenas 28 306 habitantes, según cifras del Inegi de 2010.
En ambos casos, el hartazgo de la población hacia sus alcaldes cobró mayor fuerza debido a la carencia de servicios públicos, principalmente el bacheo y a sus presuntos malos manejos en la obra pública.
Avance inesperado
En la última jornada electoral de Campeche (2012), el Revolucionario Institucional obtuvo triunfos impresionantes: veinte de veintiún curules en el Congreso del Estado y todos los once municipios. La oposición, encabezada por Acción Nacional, fue borrada del mapa electoral, debido principalmente a sus disputas internas tanto en el partido blanquiazul como en la izquierda —cuya fuerza sólo se reduce al PRD y ahora a Morena—. Los conflictos internos del priismo y de los opositores tampoco estuvieron ausentes las semanas previas a la jornada del 7 de junio pasado.
El PRI sorteó las pugnas en torno a la candidatura a la gubernatura para la cual se postularon cinco militantes, entre ellos el zar nacional antisecuestro, Renato Sales; el senador Raúl Pozos Lanz, y la alcaldesa de la capital, Ana Martha Escalante. Prevaleció la unidad y el abanderado Alejandro Moreno Cárdenas no defraudó con los 10 puntos porcentuales de ventaja en los comicios.
En Acción Nacional, por otra parte, el panorama lucía oscuro para las elecciones, debido a que las mismas pugnas entre los grupos de Gustavo Madero y de Felipe Calderón repercutieron en Campeche. El hoy aspirante derrotado, Jorge Rosiñol, un empresario ganadero que había sido alcalde de Ciudad del Carmen de 2003 a 2006, logró la candidatura a la gubernatura gracias al apoyo de Gustavo Madero. Sin embargo, su popularidad a escala estatal sólo fue alta en Carmen y dos municipios aledaños (Candelaria y Escárcega).
Cuando la noche del 7 de junio se dieron a conocer los primeros resultados del PREP de Campeche, pocos daban crédito a que Acción Nacional tuviera números alentadores para sus candidatos a diputaciones locales y alcaldes. En la contienda por las diputaciones federales, la desconocida panista Rocío Matesanz superaba por más de 11 000 votos a la priista Dinorah Hurtado, diferencia que jamás perdería y que representará el triunfo de una candidata que ni siquiera es conocida por el círculo rojo de la capital del estado. Por el Distrito I, el aspirante del PRI, Miguel Ángel Sulub, un exsecretario de Desarrollo Social del estado, venció a Juan Carlos Lavalle, un político identificado con el grupo de Felipe Calderón.
Una serie de contratiempos en la apertura de casillas en todo el estado desalentó la votación y encendió las señales de alerta: un reporte del Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC) —el árbitro electoral estatal— indicó que hasta las 12:20 del día se había instalado 86 por ciento de las casillas, es decir, 1037 de 1100 del total en el estado, una cifra inusual para Campeche. Entre las causas de los retrasos estuvieron las protestas de votantes de que los presidentes de casilla eran los mismos que en el 2012 y 2009; en otros casos fue porque los funcionarios de casilla nunca llegaron y los votantes que invitó el INE para fungir como suplentes simplemente se negaron.
Aunque el próximo gobernador de Campeche tendrá un Congreso local con mayoría, el contrapeso legislativo empieza a ser una realidad en un estado que hasta el 2021 se mantendrá sin alternancia política. Las calificaciones que den los campechanos a los alcaldes y diputados locales y federales en el 2018 serán ahora los nuevos parámetros.