El caso de un hombre que enfermó de gravedad por beber
demasiado té helado, publicado por la New England Journal of Medicine, ha
llamado la atención de diversos médicos al ser un producto comercial y común para las personas.
Se trata de una persona de 56 años que, en mayo de 2014,
acudió a un hospital de Arkansas, Estados Unidos, con síntomas de fatiga,
debilidad y dolores en todo el cuerpo. Los especialistas que lo atendieron le
diagnosticaron insuficiencia renal y lo tuvieron que someter a una diálisis
urgente para limpiar su sangre, la cual estaba llena de tóxicos.
De acuerdo con bbc.com, en un principio fue difícil hallar
la causa del padecimiento, pero todo cobró sentido cuando éste indicó que bebía
hasta 16 vasos de té negro helado por día.
¿Qué había sospechoso en la bebida? El té negro es rico en
oxalato, un componente que, consumido en cantidades excesivas, puede ocasionar problemas
renales.
Se sabe que los riñones están diseñados para eliminar el
oxalato, sin embargo, médicos indican que al recibirlo en grandes cantidades, puede
fomentar la formación de piedras en el riñón al combinarse con el calcio.
“Los cristales estaban dentro del riñón y esto genera
una reacción inflamatoria”, indicó la doctora Umbar Ghaffar, de la
Universidad de Arkansas, a la agencia Reuters.
“Si esto no se resuelve, provoca pérdida del tejido
renal. Es lo que, probablemente, le está pasando a este paciente”.
Según expertos, el té negro contiene entre 50 y 100
miligramos de oxalato por cada 100 mililitros, una cantidad similar o mayor que
la de los alimentos considerados ricos en oxalato. Este componente químico
también está presente en alimentos comunes como el chocolate o las nueces.
Pese a lo alarmante que pareciera el caso, médicos opinan
que éste fue un caso aislado y, como en todo, la clave está en evitar los
excesos.
“Si bebes té una o dos veces al día, probablemente no
excederás la cantidad normal de oxalato. Pero este paciente estaba ingiriendo
una cantidad diez veces mayor”, explicó la doctora Ghaffar.
“No le diría a la gente que deje de beber té. Este
hombre bebía mucho”, concluyó Randy Luciano, un especialista de la
Universidad de Yale que se especializa en atender a personas con fallos renales
derivados del oxalato.