Mientras en el Congreso del estado continúa detenida –desde la legislatura pasada– la iniciativa para despenalizar el aborto, en dos meses 17 mujeres hidalguenses acudieron a clínicas del Distrito Federal para interrumpir legalmente su embarazo.
Desde que el 24 de abril de 2007 se despenalizó esta práctica en la capital del país, suman 607 originarias de la entidad que han hecho valer este derecho en esa ciudad.
La Secretaría de Salud del DF informó que, hasta enero de 2015, 590 hidalguenses habían solicitado intervención médica para detener su proceso de gestación; sin embargo, del 1 febrero al 31 de marzo acudieron 17 mujeres más, debido a que en Hidalgo el aborto, como refiere el artículo 155 del Código Penal, es sancionado con uno a tres años de prisión y una multa de 10 a 40 días de salario mínimo.
De 2012 a febrero de este año, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), había 20 procesos penales iniciados por interrupción de embarazo. Una de estas denuncias es de 2015.
La Secretaría de Salud del Distrito Federal (SSDF) reveló que entre quienes solicitan intervención médica para detener el proceso de gestación, las que radican en Hidalgo ocupan el cuarto sitio a nivel nacional, sólo superadas por residentes del DF (100 mil 784 desde 2007), Estado de México (33 mil 386) y Puebla (774).
Al presentar el estudio Perfil de las Usuarias que han realizado Interrupción Legal del Embarazo en la Ciudad de México, la asociación civil Grupo de Información y Reproducción Elegida (GIRE) reveló que 32.2 por ciento dijo con contar con educación hasta el nivel secundaria y 17.3 por ciento hasta nivel superior; 53.1 por ciento era soltera y 14.6 por ciento casada.
En 47.4 por ciento de los casos, la edad de las pacientes oscilaba entre 18 y 24 años; el 23.7 por ciento tenía un empleo; 26.4 por ciento contaba con un hijo, y 22.8 por ciento había sido madre en dos ocasiones antes de interrumpir ese embarazo.
La opción que más eligieron las mujeres fue aborto por medicamentos (72.3 por ciento); además, según la información de GIRE, 71.5 por ciento de quienes solicitaron este servicio lo recibieron de manera gratuita.
En tanto, 61.9 por ciento de las pacientes profesaba la religión católica.