Un grito desesperado lanzó a través de las redes sociales el abanderado priísta por Pachuca, pide no más guerra sucia en su contra. Este acto inusual entre los candidatos tricolores muestra que los de ahora ya no son iguales, se llevan pero no se aguantan.
Alfredo Bejos se ha convertido en el blanco de la ironía pachuqueña, incluso descartando la existencia de partidos contrarios detrás de estos ataques a su moral y buenas costumbres.
Algunas páginas dedicadas a la creación de memes, tal como se les llama a las caricaturas actuales, han tenido una sucesiva presencia entre los capitalinos que se quejan de las malas obras del Tranzabús, del constante abuso policiaco, de las actuaciones hasta ilegales del presidente municipal, de la basura, en fin de cosas que les molestan en su vida cotidiana.
El hecho que dediquen tiempo para crear videos y memes donde ridiculizan al candidato, es parte de la nueva dinámica social y hasta política.
Como pedir a un candidato respeto a la ciudadanía, cuando la dirigencia nacional de su partido responde con la misma vara a sus adversarios políticos. Incluso copia su bajeza y mal lenguaje en comerciales televisivos que nos muestran el nivel de políticos que actualmente llevan las riendas en los partidos.
Cómo puede pedir un candidato un alto a la guerra sucia cuando aparece en lugares públicos fotografiado llevando como antifaz un brasier atacado de risa.
Que tan difícil será pedir que lo respeten cuando ha buscado el voto ciudadano en distintas ocasiones y por distintas razones siempre ha tenido que dejar el encargo y con ello, cualquier posibilidad de cumplir sus numerosas promesas.
Cómo podría demandar respeto si forma parte de una añeja cofradía de comerciantes asentados en el primer cuadro de la ciudad que por largos años se convirtieron en los vampiros de la economía familiar de los pachuqueños y que ahora todavía recriminan que el ayuntamiento no les indemniza sus posibles daños económicos por las obras que realiza.
Cómo pedir respeto si hasta antes de la llegada de las tiendas departamentales ponían el precio que ellos querían a uniformes escolares, condicionaban alimentos, imponían sus modas convenencieras en la ropa de los pachuqueños.
Total, que hay muchas formas de mostrar que la ciudadanía ya no es la misma que antes, que ya cambio y que requieren de otras formas y mecanismos de convencer.
Que los pudientes de pueblo del siglo pasado ya no significan nada para una sociedad que demanda inversionistas, no capitalistas pichicatos que tratan de obtener la mayor ganancia con la menor inversión.
Creo que es tiempo que el PRI y sus sabios tomen un baño del nuevo pueblo y conozcan que ya nadie quiere a esos empresarios metidos a políticos por necesidad.
Los inventos de atentados y demás no van acordes con los nuevos tiempos políticos, creo que es justo y necesario modernizar su esquema mental de los que proponen los perfiles y de esa manera alcanzar un triunfo que realmente convenza, sin necesidad de lloriqueos.
COLUMNA