La última vez que tocó para el inmenso público del Vive Latino fue en 2013, de la mano de Los Ángeles Azules y de Camila Moreno, en lo que ella recuerda como un concierto mucho más relajado de lo normal. Este mes se presenta por tercera vez en dicho festival con su disco No todo lo puedes dar, que detrás de sí lleva todo un proceso de maduración y exigencia creativa. Ximena Sariñana se involucró hasta la médula en su nuevo disco; al punto de resultar “muy poco diplomática” con managers, disqueras, amigos músicos, productores a quienes respeta. Esta vez lo hizo todo a su manera: “Me salí con la mía, y ese es un sentimiento muy placentero. Era algo por lo que yo necesitaba pasar. Y la gente que realmente cree en mí aprendió a respetarme más”. Sariñana es una belleza au naturel, diáfana. Y, de ese modo, proyecta la felicidad del momento en el que se encuentra su vida: “Ahorita estoy en la pura gozadera… Ver a dónde me lleva todo esto que coseché”.
—¿Cuál fue la última pieza musical que te emocionó mucho?
—La última canción de mi amiga Nat, Natalia Lafourcade, Hasta la raíz. Creo que esa fue la última vez que sentí algo por una canción.
—¿La última vez que gastaste demasiado y te arrepentiste?
—La última vez que fui al City Market. Soy muy muy antojadiza y fui con hambre, o sea, la peor idea del mundo. Así que salí con un súper bastante exagerado.
—¿La última vez que lloraste?
—Siento que es algo penoso, pero creo que fue en Interestelar. En alguna escena sí lloré, tiene momentos fuertes.
—¿La última vez que fuiste al cine?
—Fui a ver Birdman. Me gustó muchísimo, en serio me fascinó. En mi opinión es la mejor película de Iñárritu, hasta ahora. Superdiferente a lo que hemos visto de él. Me encanta el humor, el soundtrack,el estilo, todo.
—¿La última vez que te emborrachaste?
—El sábado pasado; en Oaxaca. Fuimos a un concierto allá y la pasamos bastante bien, nos regalaron mucho mezcal y evidentemente eso resultó en una buena fiesta.
—¿La última vez que te quedaste
sin palabras?
—Me pasaba mucho en el programa de México tiene talento.No tenías idea de qué ibas a ver, y luego observar cómo un grupo del cual quizá no esperabas mucho de repente te sorprendía con algo totalmente diferente. Sí hubo varias ocasiones en las que me faltaron palabras.
—¿El último concierto al que fuiste?
—Fui a ver a unos amigos míos que se llaman Little Jesus. Me gustó muchísimo su show en vivo, nunca los había visto y realmente fue superemotivo verlos llenar el Lunario, aparte tiraron la casa por la ventana. Me encantó.
—¿La última vez que actuaste…
va a ser la última?
—¡Pues espero que no! Estoy muy joven para decir que nunca más voy a volver, pero ahora estoy muy contenta con la música y siempre he dicho que es una carrera muy celosa… es muy difícil no dedicarle todo tu tiempo. Y soy muy ambiciosa, hay mil cosas que me gustaría hacer, pero, ¿a qué hora!…