Han sido semanas de mucho trabajo en poco más de media docena de compañías autorizadas para ofrecer vuelos chárter entre Estados Unidos y Cuba desde que, en diciembre pasado, el presidente Barack Obama anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y a mediados de enero comenzaron a relajarse las restricciones al comercio y los viajes. “Estamos saturados”, aseguró Bob Guild, vicepresidente de Marazul Charters, empresa que, desde hace unos 35 años, opera vuelos entre Miami y un puñado de ciudades cubanas.
Según Guild, su compañía recibió treinta peticiones de viajes grupales durante la segunda quincena de enero de 2014, pero en el mismo periodo de este año –las dos primeras semanas en que se relajaron las restricciones–, registraron 1300 solicitudes de grupos estadounidenses que querían visitar la isla. De hecho, Guild asegura que se ha visto obligado a prevenir a los viajeros de no hacer planes para antes de abril o mayo porque “Cuba ya está saturada, en cuanto se refiere a hoteles”, dice.
Aunque los acuerdos de servicio aéreo binacionales datan de 1953, hasta el mes pasado Estados Unidos limitaba los viajes aéreos a Cuba a unas cuantas compañías con licencias especiales que operaban vuelos no regulares. Así que Marazul no es la única organización que está beneficiándose. Michael Zuccato, de Travel Services, dice que representó a su compañía en un evento de la industria, y una semana después “apenas empiezo a recuperar la voz”. A partir de marzo, la empresa aumentará un viaje semanal a La Habana desde Nueva York.
El proyecto de renegociar el sexagenario acuerdo de servicio aéreo entre las dos naciones podría allanar el camino para las grandes líneas aéreas comerciales. American Airlines, Delta, JetBlue, Southwest y United han manifestado interés en volar a Cuba, y representantes de Priceline Group y Orbitz han dicho a Newsweek que están deseosos de incluir a la isla en sus sitios web de reservaciones. Por su parte, Kayak, motor de búsquedas para viajes bajo el paraguas de Priceline, ha añadido información de vuelos y hoteles en Cuba en sus resultados de búsqueda.
No obstante, los chárteres tienen un mercado cautivo y han resistido fuertes borrascas, como cuando grupos extremistas bombardearon las oficinas de Marazul en 1988 y 1996. Lillian Manzo, profesora asociada de la Universidad de Miami y experta en políticas de viajes entre Estados Unidos y Cuba, opina que las operaciones más pequeñas tienen “una larga experiencia y tradición de trabajo con Cuba”, así como “los conocimientos prácticos adquiridos durante más de 20 años de relación, cosa que las [grandes] compañías estadounidenses no poseen”.