En conferencia de prensa, Francisco Ruiz López, presidente estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló el riesgo de que los programas de educación básica pierdan su vigencia ante las necesidades que el sector empresarial demanda en una actualidad progresista.
“Es necesario modificar el dinamismo en educación para enfrentar esta nueva realidad y preparar debidamente el primer capital que es el humano; capacitar no sólo a los alumnos sino a los profesores (…) El llamado es apostar a los jóvenes y sumarnos a la dinámica mundial, internacionalizar nuestra educación y volver a ser un estado innovador en sus planes de estudio” Señaló el Vocero de la Coparmex para instar a que el IEA aumente su interés en agregar con la misma prioridad las actividades extra curriculares deportivas y financieras.
A pesar de que el “Emprendedurismo” es una visión regular en los programas de educación superior, esta resulta insuficiente, pues los alumnos llegan con captación limitada debido a la poca familiaridad con el tema, ante lo cual, según Ruiz López, es necesario que la cultura empresarial comience desde los niveles básicos:
“Se debe generar una formación empresarial desde temprano y no dejarse como sólo en una materia sino asistirla con el ejemplo. Por eso es importante la vinculación con los profesores, para acercarse a espacios de innovación asistiendo a talleres donde se vea como se hace un producto”
Para evitar que los modelos actuales de educación sean obsoletos, la Coparmex presentó 6 puntos en los cuales proponen medidas para adaptarse a las necesidades del mercado.
1. Vincular al IEA para que se acerque a los alumnos desde la primaria a las iniciativas emprendedoras, permaneciendo en cercanía con incubadoras y coworking.
2. Modificar los planes de estudio pues no pueden seguir siendo los mismos.
3. Agregar actividades extra curriculares de actividades financieras y cultura de emprendimiento.
4. Vincular modelos para desarrollo de innovación empresarial, siendo los primeros en capacitarse los profesores.
5. Impulsar la cultura financiera dentro de las escuelas, concientizando sobre los mecanismos de préstamos y créditos.
6. Aprovechar las relaciones de Gobierno con otros países como Japón, para adoptar buenas prácticas en las escuelas locales.