La indocumentada mexicana Jeanette Vizguerra, de 45 años, considerada por la revista Time una de las 100 personas más influyentes del mundo en 2017, abandonó este viernes un templo de Denver, Colorado, donde se refugiaba para evitar ser deportada.
Vizguerra libró esta batalla, ya que el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) pospuso su proceso de deportación.
La mexicana salió de la iglesia acompañada de su familia y de su connacional Arturo Hernández García, cuya deportación quedó asimismo postergada. A su salida ofrecieron un mensaje de prensa.
Vizguerra calificó como “milagro” la decisión de las autoridades migratorias y se dijo feliz de poder celebrar el Día de las Madres, el próximo domingo, con sus hijos y nietos.
“No importa de qué raza, color o país, somos una comunidad y su dolor es mi dolor y mi lucha continuará”, dijo mientras confirmaba que su lucha por los migrantes seguirá.
“La lucha continúa y unidos lo podemos lograr”, dijo Hernández, que se mostró “muy feliz” de poder acudir el próximo lunes a la graduación de su hija.