Una multitud respaldó este jueves a las Madres de Plaza de Mayo y a su líder, Hebe de Bonafini, en su marcha número 2000, luego de que el presidente Mauricio Macri definiera los crímenes de la dictadura argentina como un guerra entre dos bandos y subestimara el número de desaparecidos.
Como todos los jueves desde el 30 de abril de 1977, cuando daba sus primeros pasos la organización humanitaria, emblema de la resistencia a la dictadura, las Madres llegaron a la Plaza de Mayo, frente a la sede de gobierno para realizar su ya legendaria ronda en reclamo de memoria y justicia por sus hijos desaparecidos.
La marcha 2000 de la historia de Madres se celebra a una semana de que un juez ordenara una fallida detención de Bonafini, de 87 años, en una causa por presunto desvío de fondos públicos en un programa de construcción de viviendas sociales con subsidios del Estado, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
La manifestación se produjo luego de que el presidente Macri tratara a Bonafini de “desquiciada” y definiera a los crímenes de la dictadura como “guerra sucia”.
Tras el enojo que provocó el presidente con sus dichos, su secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj afirmó en un comunicado que “la ‘guerra sucia’ debe entenderse desde la responsabilidad mayúscula del Estado por los crímenes cometidos”.
El concepto de “guerra sucia” fue empleado en Estados Unidos en la década de 1970 y se refiere a enfrentamientos de dos bandos: uno conformado por militares violadores de derechos humanos y otro de organizaciones armadas de izquierda.
La justicia argentina negó la existencia de una “guerra” y convalidó que hubo crímenes de lesa humanidad en el marco de un plan de “terrorismo de Estado”, que implicó el secuestro, tortura, desaparición, asesinato de opositores políticos y robo de bebés nacidos bajo cautiverio de sus madres.
Bajo este argumento se ha condenado a más 600 militares, policías y civiles, mientras siguen otros juicios.
Los organismos de derechos humanos de Argentina criticaron con firmeza las expresiones de Macri.
“Si Macri piensa que nosotras vamos a olvidar está muy, muy equivocado. Esto no fue una guerra sucia ni limpia, fue terrorismo de Estado” durante la dictadura, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a Radio del Plata.
“Macri se equivoca, no puede desconocer los juicios”, dijoa a su vez la presidenta de Madres Línea Fundadora, Nora Cortiñas, al tildar de “reaccionario” el pensamiento del jefe de Estado.
En una entrevista con el sitio BuzzFeed, Macri dijo que “es importante saber bien lo que pasó y darle el derecho a los familiares (de) que sepan definitivamente después de esa horrible tragedia que fue esa guerra sucia, que sepan qué fue lo que pasó”.
Macri también indignó a activistas de derechos humanos al desconocer el número de desaparecidos durante la dictadura, estimado en 30,000 por los organismos humanitarios.
“No tengo idea. Es un debate que no voy a entrar si son 9000 o 30,000, si son los que están anotados en un muro o mucho más. Me parece que es una discusión que no tiene sentido”, respondió Macri al ser consultado sobre este tema.
El premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, sostuvo que “no hubo guerra sucia sino una represión brutal impuesta por la Doctrina de Seguridad Nacional” surgida en Washington durante la guerra fría.
“¿No recuerda Macri a (Adolfo) Scilingo contando por TV cómo arrojaban a prisioneros vivos al Río de la Plata?”, se preguntó Pérez Esquivel, al mencionar al exmilitar condenado en España en 2001 tras confesar públicamente su participación en los siniestros “vuelos de la muerte”.
Avruj, como portavoz del gobierno de Macri en esta materia, aclaró que repudian y condenan “el terrorismo de estado desplegado y a sus perpetradores. 30,000 es la cifra que marcó el camino de la lucha de la sociedad argentina por esa memoria, verdad y justicia. Pero cada vida que se perdió es irremplazable y el dolor es inmenso”, indicó.