Puebla, Pue. Con el inicio del periodo vacacional de verano, se amplía la oferta de cursos y actividades dirigidas a niñas, niños y adolescentes en Puebla, donde encuentran opciones para aprovechar su tiempo libre de forma recreativa, deportiva y académica. Talleres de arte, clases de regularización, deportes y actividades culturales son algunas de las alternativas disponibles durante julio y agosto.
Más allá del aula: espacios para el desarrollo integral
María Guadalupe Hernández Chávez, coordinadora interina de Formación Integral de Profesores y Tutores de la IBERO Puebla, subrayó que estos espacios fortalecen habilidades que trascienden el ámbito académico. Indicó que fomentar la creatividad, la convivencia social y el bienestar emocional resulta fundamental para el desarrollo integral de la infancia y adolescencia.
Las actividades de verano permiten a los menores reforzar su autonomía, explorar intereses personales y socializar en entornos seguros y estructurados.
Más de 24 millones de estudiantes concluyen el ciclo escolar
Cada año, más de 24 millones de estudiantes de nivel básico concluyen el ciclo escolar, convirtiéndose en el público potencial para estas actividades. Empresas privadas, clubes deportivos, escuelas, dependencias gubernamentales y municipios organizan talleres para mantener a la niñez activa, promoviendo su salud física y emocional durante el receso escolar.
Puebla no es la excepción, y este año presenta una oferta variada que incluye pintura, cine, actuación, ciencia, robótica y deportes, accesibles en distintas regiones del estado.
Recomendaciones para elegir actividades seguras y útiles
La especialista recomendó a madres, padres y tutores verificar que los cursos estén dirigidos por personal capacitado, que las actividades sean apropiadas para cada edad y que se priorice el aprendizaje significativo. Subrayó que estas experiencias deben brindar oportunidades para que las infancias desarrollen nuevas habilidades, hagan amistades y fortalezcan su autoestima.
Finalmente, reiteró que el verano representa una etapa clave para que niñas, niños y adolescentes crezcan en entornos positivos, lejos del sedentarismo y el aislamiento.