Los astrónomos resolvieron un enigma. Observaciones recientes del telescopio de rayos X Chandra de la NASA y del satélite XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea sugieren que una enana blanca, una de las estrellas más tenues del universo, podría haber destruido un planeta en el centro de la nebulosa planetaria conocida como Nebulosa Hélice y “WD 2226-210”.
Una nebulosa planetaria es una estrella en su etapa avanzada que ha perdido sus capas externas, dejando atrás una pequeña estrella tenue en su centro, conocida como enana blanca, refirió el Centro de rayos X Chandra (CXC).
“Podríamos haber encontrado finalmente la causa de un misterio que ha durado más de 40 años”, sostuvo en un comunicado Sandino Estrada-Dorado, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Y agregó al tema: “Creemos que esta señal de rayos X podría provenir de restos planetarios arrastrados hacia la enana blanca, como la sentencia de muerte de un planeta que fue destruido por la enana blanca en la Nebulosa de la Hélice”.
Si se confirma que la señal de rayos X son los restos de un planeta destruido que son atraídos hacia la enana blanca, “este sería el primer caso de un mundo destruido por la estrella central en una nebulosa planetaria”, explicó el CXC. Según los investigadores, la señal de rayos X de la enana blanca se mantuvo relativamente constante en brillo en 1992, 1999 y 2002.
PLANETA DESTRUIDO: LA INTENSA GRAVEDAD DE LA ESTRELLA PUDO HABERLO DESINTEGRADO PARCIAL O COMPLETAMENTE
Los últimos datos sugieren que podría haber “un cambio sutil y regular en la señal de rayos X cada 2.9 horas, proporcionando evidencia de los restos de un planeta excepcionalmente cercano a la enana blanca”, dijo el CXC.
Los científicos ya habían dicho que un planeta del tamaño de Neptuno se encontraba en una órbita muy cercana a la enana blanca, completando una revolución en menos de tres días. Sin embargo, los investigadores del último estudio concluyeron que podría haber existido un planeta como Júpiter incluso más cerca de la enana blanca.
“El planeta asediado podría haber estado inicialmente a una distancia considerable de la enana blanca, pero luego migró hacia el interior al interactuar con la gravedad de otros planetas del sistema. Una vez que se acercó lo suficiente a la enana blanca, la gravedad de la estrella habría destrozado parcial o totalmente el planeta”, pormenorizó el CXC.
Se dice que la Nebulosa Hélice exhibe un comportamiento de rayos X similar al de otras dos enanas blancas que no están dentro de nebulosas planetarias.
Una de las otras enanas blancas podría estar “extrayendo material de un planeta compañero, pero de una manera más tranquila sin que el planeta se destruya rápidamente”, mientras que la otra “probablemente esté arrastrando material de los vestigios de un planeta hacia su superficie”, según CXC.
“Es importante encontrar más de estos sistemas porque pueden enseñarnos sobre la supervivencia o destrucción de planetas alrededor de estrellas como el Sol a medida que entran en edad avanzada”, dijo en un comunicado el coautor del artículo y astrofísico, Jesús Toala, de la UNAM. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)