Un caso de abuso masivo (mujer violada) en Francia está generando indignación mundial. Gisèle Pelicot, de 72 años, fue drogada durante años por su esposo para que otros hombres abusaran sexualmente de ella. Aunque el hecho fue llevado al ojo público en 2021, hasta ahora se está realizando la primera audiencia del juicio, el cual debe prolongarse durante cuatro meses.
“En el banquillo del tribunal de Aviñón, sureste de Francia, se sienta un jubilado que durante años drogaba a su esposa, hasta dejarla inconsciente, y la ofrecía gratuitamente a desconocidos para que la violaran. Además del marido, están encausados 51 hombres”, refiere un medio local.
De acuerdo con el diario español ABC, la mujer fue abusada cinco veces por semana, 285 veces por años, entre julio de 2011 y octubre de 2020, por más de 80 hombres en sesiones violentas que su pareja fotografiaba y filmaba tras cobrar en efectivo por servicios sexuales prestados por su esposa en estado inconsciente.
En palabras de Jérémie Bosse Platiére, comisario del Servicio Regional de Policía Judicial (SPRJ) de Aviñón, el marido de la víctima, Dominique Pélicot, esperaba a los desconocidos en el domicilio familiar de Mazan, una comuna francesa, y les hacía pagar antes de abrir la puerta donde Gisèle reposaba, drogada y desnuda.
El implicado tenía en su ordenador una carpeta titulada “Abusos”. Dentro de ella, organizaba otras carpetas con los nombres y detalles identificativos de cada agresor: “Chris el bombero”, “David el black”, “Gastón el chuleta”, “Quentin el jubílate”, etcétera.
“GISÈLE PELICOT SUFRE PÉRDIDA DE MEMORIA”
El trabajo de recaudar información sobre el caso de esta mujer violada ha sido largo y complejo. En cuatro años se han identificado a más de 50 hombres de 26 a 74 años, pero todavía quedan por identificar a otros 30 violadores. En un examen psicológico aplicado a Dominique, no se entró ninguna patología o anomalía mental, pero sí una “personalidad perversa” y una desviación sexual voyerista. A tenor del sitio Manual MSD, el voyeurismo consiste en alcanzar la excitación observando a las personas que están desnudas, sin ropa o que participan en una actividad sexual.
“Este crimen se cometió a lo largo de diez años, sin que su víctima lo supiera hasta que fue informada por la policía. Ella sufre pérdida de memoria (…) La pareja, que llevaba junta 40 años y se había mudado de la zona de París en 2009 tiene tres hijos y dos nietos. Tres mujeres ya habían denunciado al marido por filmar bajo sus faldas en un supermercado”, pormenoriza el medio Clarín.
Incluso una hija de esta pareja, Caroline Darian, escribió un libro en 2022 sobre el caso de su madre bajo el nombre de Y yo dejaré de llamarte papá. De igual manera, fundó una asociación llamada “No me pongas a dormir” para concientizar sobre los delitos relacionados con las drogas. Si embargo, algo inesperado llegó a sus oídos tras retomarse el caso de su madre. De acuerdo con The Telegraph, los investigadores contaron que su padre tenía una carpeta en su ordenador denominada “Mi hija desnuda” y al enterarse, abandonó la sala del tribunal durante 20 minutos “muy nerviosa, temblando y llorando”.
“LA MUJER VIOLADA CONTRAJO ITS”
Como resultado de todos los abusos que sufrió Gisèle, la mujer septuagenaria contrajo cuatro Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Activistas feministas se congregaron frente al tribunal al inicio del juicio, exigiendo una reforma en la legislación francesa para que la violación se redefina como cualquier acto sexual sin consentimiento. La ley vigente define la violación como “penetración con violencia, coerción, amenaza o sorpresa”. Las manifestantes piden que la ley especifique claramente que se considera violación si el agresor utiliza drogas para “alterar el juicio” de la víctima. N