El Vaticano emitió una declaración a través de su oficina de prensa el
sábado, detallando los cargos contra dos periodistas y tres funcionarios de la
iglesia. Estas cinco personas habían sido acusadas en relación con “la
revelación ilegal de información y de documentos confidenciales” y están
acusadas de formar una “hermandad del crimen” para perjudicar a la Iglesia
Católica, afirmóAFP. Los periodistas
también están acusados de presionar a funcionarios de la iglesia para conseguir
a la fuerza la información y los documentos.
El escándalo es el segundo relacionado con filtraciones de información
confidencial del Vaticano después de que una serie de documentos confidenciales
fueron filtrados a la prensa en 2012 bajo el reinado del antiguo Papa Benedicto
XVI. Este caso es particularmente vergonzoso porque el Papa Francisco ha
convertido a la reforma financiera de la iglesia en una prioridad desde que fue
elegido en marzo de 2013.
De cara al juicio, Newsweek te mantiene al día con el más reciente
escándalo del Vaticano.
¿Quién
enfrenta cargos?
Los periodistas italianos Emiliano Fittipaldi y Gianluigi Nuzzi publicaron
libros polémicos en noviembre, basados en documentos filtrados del Vaticano. Ambos
están frente al tribunal ahora con cargos en su contra, en lo que constituye la
primera vez en la historia que algún periodista ha sido llevado a juicio por el
tribunal del Vaticano, de acuerdo con AFP.
Reporteros sin Fronteras (RSF), un grupo de defensa de la libertad de
prensa, publicó una declaración el 18 de noviembre diciendo que los periodistas
habían “ejercido su derecho a proporcionar información de interés
público” y que “no deben ser tratados como criminales en un país que supuestamente
respeta la libertad de los medios de comunicación.”
Dos de las otras personas que también enfrentan cargos, el sacerdote
español Lucio Angel Vallejo Balda y Francesca Chaouqui, una experta en relaciones
públicas de Italia, formaban parte de la ahora extinta Comisión de Expertos en
Economía, establecida por el Papa en julio de 2013 para eliminar la burocracia
en los departamentos del Vaticano. La policía vaticana los arrestó a principios
de noviembre y Balda permanece bajo custodia en el Vaticano, mientras que Chaouqui
fue liberada después de acordar que colaboraría en la investigación, informó la
BBC.
La última persona que enfrenta cargos es el secretario de Vallejo, Nicola
Maio.
¿Qué ha
sido filtrado?
En los libros de Fittipaldi y Nuzzi, titulados Avarice(Avaricia)
y Merchants in the Temple(Mercaderes
en el templo), respectivamente, los autores citan documentos confidenciales y
hacen acusaciones dedescuido financiero y corrupción. De acuerdo con
AP, el libro de Fittipaldi detalla la grave mala administración financiera en
el Vaticano, como los 200 000 euros (213 000 dólares) destinados para un
hospital infantil de Roma que fueron desviados para renovar el departamento de
un antiguo Secretario de Estado del Vaticano.
Mientras tanto, Nuzzi afirma en su libro que el proceso de santificación puede
costar hasta 750 000 euros (798 000 dólares) por candidato y que algunos
cardenales vivían sin pagar alquiler en departamentos propiedad del Vaticano. Nuzzi
afirmó que, si los índices de mercado se aplicaran a las casas dadas a los empleados
de la iglesia, las ganancias generadas aumentarían en más del triple, de 6.2
millones de euros (6.6 millones de dólares) hasta 19.4 millones de euros (20.6 millones
de dólares).
El Vaticano ha condenado los libros, diciendo que “no contribuyen de
ninguna manera a establecer la claridad y la verdad”, sino que provocan “interpretaciones
parciales y tendenciosas.” Los periodistas que obtuvieron los documentos
son culpables de un “acto gravemente ilegal”, señaló el Vaticano.
Sin embargo, ninguno de los autores ha sido demandado por libelo.
¿Qué ha
dicho el Papa?
En su discurso semanal del Angelus, pronunciado el 8 de noviembre, el Papa
Francisco condenó las filtraciones y la publicación de documentos
confidenciales como “un acto deplorable que no ayuda”. Sin embargo, añadió
que las revelaciones “ciertamente no me desviaran del camino de reforma que
estamos siguiendo”.
¿En qué
se diferencia esto del primer escándalo de filtraciones del Vaticano?
En 2012, el Vaticano estuvo envuelto en otro escándalo sobre documentos
confidenciales, bajo el reinado de Benedicto XVI, el predecesor de Francisco.
Alguien dentro del Vaticano filtró papeles y documentos privados a la prensa, en
los que se afirmaba de todo, desde una amenaza de muerte contra el Papa hasta
intentos de chantajear a sacerdotes homosexuales realizados por personas
externas.
Nuzzi estuvo de nuevo en el centro de la controversia tras escribir un
libro titulado His Holiness: The Secret Papers of Benedict XVI (Su Santidad:
Los documentos secretos de Benedicto XVI), basado en pilas de cartas
confidenciales y notas filtradas por personas cercanas a Benedicto XVI. El ex
mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, fue sentenciado a 18 meses en octubre de 2012
por robar la correspondencia privada del pontífice, pero fue perdonado por el
Papa en diciembre de 2012.
El escándalo actual se centra más en los problemas financieros de la
iglesia, pero también muestra ejemplos de corrupción profundamente arraigada. Por
ejemplo, en el libro de Fittipaldi, el escritor afirma que 378,000 euros (402,000
dólares) donados por iglesias católicas de todo el mundo para ayudar a los
pobres, acabaron en una cuenta no registrada, utilizada para cubrir los costos
departamentales del Vaticano.
¿Qué
ocurrirá después?
La ley del Vaticano señala que filtrar documentos confidenciales conlleva una
posible sentencia de hasta dos años de prisión y una multa de 2 000 euros (2 100
dólares), informó AP, aunque la sentencia puede aumentar a ocho años si se
determina que la información filtrada tiene un valor particularmente alto para las
operaciones del Vaticano.
Supuestamente, Fittipaldi asistió a una audiencia en
el Vaticano a principios de noviembre, pero se negó a responder las preguntas
del fiscal. Nuzzi dijo a Reuters que “nunca había presionado a nadie”,
como se afirmaba en la orden judicial del Vaticano, y que aún no determinaba si
asistiría a la audiencia del martes. Si los periodistas son condenados, el
Vaticano podría pedir su extradición de Italia.