SONIA comenzó como prostituta en un país latino cuando a los 14 años fue expulsada de su hogar. Aunque también intentó otros trabajos, siempre volvía a la prostitución.
“A los 17 años, un taxista la invitó a ir a Europa. Por su belleza, afirmó el taxista, probablemente podría trabajar como modelo, y él mismo se encargaría de todos los arreglos. Sonia se sintió muy tentada aunque tenía miedo. Después de algún tiempo aceptó la oferta.
“El taxista necesitó un mes para hacerle las gestiones. Otras tres chicas viajaron con ella. Cuando llegaron a Europa, otro taxista cogió sus pasaportes diciendo que tenían que confiar en él porque la ciudad era muy peligrosa. Las chicas fueron obligadas a trabajar todos los días como prostitutas de 6 de la tarde a 6 de la mañana, y se les dijo que no se los devolverían los pasaportes hasta que el encargado de la casa hubiera recibido el pago de los gastos del viaje. Sonia dice que preveía lo de la prostitución pero que nunca imaginó que sería una prisionera, amenazada día y noche”, relató Sonia a las Naciones Unidas.
El día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, promulgado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres, tuvo lugar en Dhaka, Banglades, en enero de 1999 y se conmemora cada 23 de septiembre.
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La trata de seres humanos consiste en la compraventa y explotación de niños, niñas y adultos. Los traficantes explotan a las personas que mantienen una situación vulnerable derivada de pobreza, discriminación, desigualdad de género, violencia contra las mujeres, la falta de acceso a la educación, los conflictos étnicos y los desastres naturales.
“Se trata de un delito muy grave y constituye una violación de los Derechos Humanos. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico de personas, ya sea como países de origen, tránsito o destino de las víctimas”, explica la organización Médicos del mundo.
Se estima que en el mundo alrededor de 1,8 millones de personas pueden ser víctimas de explotación sexual y tráfico de personas, delito equiparable en rentabilidad y magnitud al tráfico de drogas y de armas.
Médicos del Mundo considera que la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la prostitución son dos realidades indisociables, que representan una vulneración sistemática de los derechos humanos, como parte de una estructura desigual de género, adoptando un posicionamiento abolicionista frente a la prostitución.
AUMENTA CIFRA DE HOMBRES Y NIÑOS VÍCTIMAS DE TRATA
De acuerdo con la edición 2020 del Reporte Global sobre Trata de Personas, la problemática en el mundo sigue afectando principalmente a mujeres y niñas con el 65 por ciento de las víctimas identificadas. Sin embargo, información reciente refleja un aumento en los hombres y niños en comparación con el reporte anterior (35 por ciento del total de víctimas identificadas).
El documento también señala que la explotación sexual se mantiene como la principal finalidad de explotación en el mundo (50 por ciento de los casos identificados), pero se registra un incremento en casos identificados con la finalidad de trabajo forzado y algunas otras formas de explotación como la mendicidad ajena (del 34 por ciento en 2016 al 38 por ciento en el 2020).
Los sectores en donde mayor ocurrencia de casos de trabajo forzado identificados son el trabajo doméstico, el sector de la construcción, los sectores de economías rurales como la agricultura, economías extractivas como la minería, el sector textil y los trabajos informales.
“Los principales factores de riesgo que son aprovechados por los tratantes en el mundo, de acuerdo con los casos analizados son las necesidades económicas, la condición migratoria irregular, antecedentes de conflictos familiares, principalmente en casos de niños, niñas y adolescentes, y la generación de dependencia afectiva con el tratante como mecanismo de sometimiento”.
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El informe explica que con la llega de la pandemia por covid-19, hubo un incremento de la trata de personas ya que gran cantidad de población a nivel mundial presentaron mayores necesidades económicas derivadas del incremento del desempleo.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reiterado que la trata de personas no distingue género, nacionalidad o condición migratoria. Es un delito que a menudo traspasa las fronteras nacionales y suele afectar a las personas en situación de movilidad humana, incluyendo personas migrantes, refugiadas, desplazadas, apátridas.
“Por ello, es fundamental la identificación oportuna de las necesidades específicas de las personas sobrevivientes de este delito, incluyendo su necesidad de protección internacional. Además, se debe garantizar su acceso a los procedimientos para la determinación de la condición de refugiado, así como su protección contra la devolución”. N