Donetsk, Ucrania.— Un soldado separatista
pro ruso mira el cuerpo de un hombre muerto por un proyectil que cayó en una
zona residencial el 30 de enero. El bombardeo indiscriminado en Donetsk, bajo
el control de los rebeldes, y Debaltseve, que está en manos del gobierno, ha
producido una dramática oleada de muertes de civiles y bajas para ambos bandos
del conflicto, de acuerdo con un informe publicado por Amnistía Internacional.
Más de 25 civiles fueron muertos durante el último fin de semana en enero,
entre ellos, seis que recibían comida en un punto de reparto. Durante semanas,
los separatistas han hecho incursiones en el territorio controlado por
gobierno, con la ayuda de armas que, de acuerdo con Ucrania, son proporcionadas
por Rusia. Estados Unidos considera la posibilidad de proporcionar armas a las
fuerzas de Ucrania.
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