Coahuila ha vivido diferentes etapas de violencia en los últimos 12 años; se trata de una lógica de “subidas y bajadas” que hacen que la población viva en constante zozobra respecto de la posibilidad de que puede regresar la presencia amenazante del crimen organizado y que la violencia regrese a las calles.
Desde esta perspectiva, es importante tener una atención permanente a cómo se comportan las estadísticas delictivas, y particularmente en lo relativo a dos indicadores: 1) el del homicidio doloso; y 2) el del homicidio doloso cometido con arma de fuego.
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, muestran que en los últimos cuatro años, el 2015 ha sido en el que se han registrado más casos, en ambos indicadores; hubo ligeras reducciones tanto en 2016 como en 2017; pero en 2018 se registra un repunte considerable en lo relativo a los homicidios cometidos con arma de fuego, que debe llamar la atención de las autoridades.
En efecto, entre los meses de enero y agosto del 2015, se tiene registro de 245 homicidios dolosos; en el año 2016 la cifra descendió a 166; en el 2017 subió a 170 casos; mientras que en el ismo periodo de 2018 la cifra se ubica en 162 casos. Sin embargo, en el indicador relativo a los homicidios cometidos con arma de fuego la tendencia es distinta: entre enero y agosto de 2015 se tuvieron 136 casos; en el mismo periodo de los años 2016 y 2017 se registraron 78 casos en cada uno de ellos; mientras que en el mismo periodo de 2018 se ha llegado a 85 casos.
Frente a estos datos, es importante destacar que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cuenta con información que difiere de la del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y esto se debe fundamentalmente a que el Instituto utiliza tres fuentes de información: a) Carpetas de investigación; b) datos de los SEMEFOS; y c) Datos de certificados de defunción del Sector Salud, mientras que el Secretariado Ejecutivo utiliza exclusivamente datos sobre víctimas consignados en las carpetas de investigación de las Procuradurías Estatales.
De acuerdo con los datos del INEGI, los cuales han sido reconocidos a nivel internacional por su estabilidad y consistencia en el tiempo, entre los años 2006 y 2017 se han cometido 5,087 homicidios dolosos en la entidad, siendo los años 2011, 2012 y 2013 los más violentos en el estado, con 718 casos en el primero de ellos; 1,146 en el segundo, y 798 en el tercero.
En los últimos tres años para los cuales el INEGI tiene información, se tiene un registro de 314 casos en 2015; 259 en 2016 y 272 en el 2017, lo que representa un incremento de 5% entre 2016 y 2017.
Al respecto es importante destacar que en el año 2015, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública consignó 324 homicidios dolosos; 233 casos en el año 2016; y 243 en el año 2017. Como se observa, hay una discrepancia relevante en el número de casos, pero lo relevante para el análisis estadístico y del fenómeno delictivo es que en ambas series se observa una tendencia similar.