Tras 12 días de presencia activa y vigilancia en La Pona, integrantes del colectivo Salvemos La Pona anunciaron que el campamento instalado en defensa del predio continuará hasta el próximo 11 de mayo. En conferencia de prensa, informaron también sobre las actividades que se realizarán durante el fin de semana en el marco del evento “Festival por la Madre Tierra”, que busca visibilizar la lucha ciudadana por la protección de este espacio natural.
“Este fin de semana, el movimiento Salvemos La Pona convoca a dos días de acción y celebración en defensa del bosque, nuestro bosque. El sábado 10 y domingo 11 de mayo realizaremos el Festival por la Madre Tierra, con recorridos, actividades de restauración y expresiones culturales abiertas a todo público”, explicó Gloria Franco, integrante del colectivo.
Detalló que las actividades comenzarán desde las 6:00 de la mañana con recorridos guiados, continuarán con jornadas de restauración entre 8:00 y 10:00 horas, y durante el resto del día se ofrecerán talleres de arte, música y convivencia comunitaria. El domingo, el evento cerrará con una cadena humana alrededor del bosque como acto simbólico de protección colectiva.
“La Pona no está sola, sus ciudadanos la cuidan y la protegen. Todos los eventos son gratuitos y autogestivos. Quienes deseen apoyar pueden hacerlo con aportaciones voluntarias en el campamento. También tenemos calcomanías y nuestro libro ‘Instructivo para florecer la ciudad’”, agregó.
Sin diálogo formal, ni apoyo institucional
A pesar de la visibilidad que el caso ha tenido en medios de comunicación y declaraciones públicas por parte de funcionarios, las integrantes del colectivo aseguran que hasta el momento no han sido convocadas a una mesa formal de diálogo con autoridades municipales ni estatales.
“A pesar de que los gobiernos municipales y estatales han hablado públicamente del tema, no hemos sido invitadas a un diálogo formal”, declaró Elena Mata, trabajadora social y una de las voceras del movimiento.
También lamentó la falta de apoyo institucional, señalando que la instalación, operación y logística del campamento se ha sostenido únicamente con recursos ciudadanos.
“Desde tener agua y comida hasta apagar incendios, cada esfuerzo ha sido ciudadano y colectivo. Nos sostenemos porque el Estado no lo hizo. Defender La Pona no es nostalgia, es futuro. Seguimos aquí porque estamos sembrando una forma distinta de habitar y cuidar el territorio”, añadió.
Avances legales y vigilancia ciudadana
Por su parte, Belinda Camarena, abogada del colectivo, recordó que el conflicto por la defensa de La Pona inició desde 2016, y aunque recientemente se logró un avance significativo, con la clausura de la Profepa por la falta de permisos ambientales, seguirán las acciones jurídicas necesarias.
“Agradecemos este acierto como un paso importante hacia la protección del territorio. Además, la inmobiliaria emitió una carta dirigida a las autoridades comprometiéndose a suspender la obra como gesto de buena fe, pero es importante señalar que esto no representa una garantía legal”, puntualizó.
El campamento, instalado el 25 de abril, ha recibido a más de 200 personas que han participado en tareas de resguardo, con presencia constante tanto de día como de noche. Según el colectivo, entre semana llegan alrededor de 20 personas a ayudar, mientras que los fines de semana, el número aumenta hasta 50 personas al día.
“Es admirable la organización, la generosidad y el trabajo colaborativo de personas que ni siquiera nos conocíamos”, destacó Camarena.