El carbono, un elemento esencial para el cuerpo humano y todas las formas de vida en la Tierra, pudo haber emprendido un viaje más allá de nuestra galaxia tras su formación, para luego regresar en una “cinta transportadora cósmica”, sugiere el autor de un nuevo estudio.
El carbono es un elemento químico ampliamente distribuido en la naturaleza y es esencial para la vida tal como la conocemos. Como casi todos los demás elementos (a excepción del hidrógeno y el helio), se crea en el interior de las estrellas mediante el proceso de fusión nuclear y se distribuye por todo el universo cuando esas estrellas mueren, convirtiéndose en un elemento clave en la química de la vida.
Los planetas como la Tierra toman forma al integrar estos elementos forjados por las estrellas en su composición, ya sea el hierro en el núcleo, el oxígeno en la atmósfera o el carbono que forma la base de la vida en la superficie.
En un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters un equipo de investigadores demostró que el carbono, junto con otros átomos formados en estrellas, emprende un viaje inusual después de la desaparición de la entidad cósmica que los creó.
En galaxias como la Vía Láctea, que todavía están formando activamente nuevas estrellas, el carbono y otros átomos son expulsados de la galaxia de origen. Y comienzan a girar alrededor de ella en vastos “halos” de gas difuso, caliente e ionizado que se extienden hacia el espacio intergaláctico.
EL MEDIO CIRCUNGALÁCTICO
Los halos, conocidos como el medio circungaláctico, son de naturaleza dinámica y funcionan casi como cintas transportadoras cósmicas. Extraen material de la galaxia y luego lo empujan hacia el interior, donde la gravedad y otras fuerzas pueden ensamblarlo para formar planetas, asteroides y nuevas estrellas, entre otros objetos cósmicos.
“Piense en el medio circungaláctico como una gigantesca estación de tren: constantemente está expulsando material y atrayéndolo hacia adentro”, dijo en un comunicado de prensa la autora principal del estudio, Samantha Garza.
Y agregó al tema: “Los elementos pesados que forman las estrellas son expulsados de su galaxia anfitriona y hacia el medio circungaláctico. Esto a través de sus muertes explosivas en forma de supernovas, donde eventualmente pueden ser retraídos hacia adentro. Para después continuar el ciclo de formación de estrellas y planetas”.
Los resultados, basados en observaciones realizadas por el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos del Telescopio Espacial Hubble, tienen implicaciones significativas y “emocionantes” para nuestra comprensión de la evolución de las galaxias, según la coautora del estudio, Jessica Werk.
“¡Es muy probable que el mismo carbono presente en nuestros cuerpos haya pasado una cantidad significativa de tiempo fuera de la galaxia!”, apuntó.
EL CARBONO EN LA TIERRA
El último estudio se basa en investigaciones anteriores publicadas hace más de una década que demostraron, por primera vez, que las galaxias como la Vía Láctea están rodeadas por un medio circungaláctico y que estos halos contienen gases calientes enriquecidos con oxígeno. El artículo publicado recientemente amplía esta imagen al demostrar que también circulan materiales a temperaturas más bajas, como el carbono.
“Ahora podemos confirmar que el medio circungaláctico actúa como un gigantesco depósito de carbono y oxígeno. Y, al menos en las galaxias en las que se forman estrellas, creemos que este material vuelve a caer en la galaxia para continuar el proceso de reciclaje”, afirmó Garza.
Investigar el medio circungaláctico podría arrojar nueva luz sobre cómo concluye este proceso de reciclaje, un proceso que eventualmente ocurre en todas las galaxias.
“Si puedes mantener el ciclo en marcha (empujando material hacia afuera y atrayéndolo hacia adentro), entonces, teóricamente, tienes suficiente combustible para mantener la formación de estrellas”, agregó Garza. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)