En el paso fronterizo de Kerem Shalom, entre Israel y la Franja de Gaza, una fila de camiones se extiende hasta donde alcanza la vista, esperando pacientemente a pasar el control para poder entregar los cargamentos de ayuda en el asediado territorio palestino.
Los periodistas pudieron acceder el viernes a este punto de entrada, abierto excepcionalmente para la entrega de ayuda humanitaria. Esto bajo la atenta mirada del ejército israelí, que organizó una visita para la prensa.
Tras horas de espera, los camioneros, uno tras otro, entran en un gran aparcamiento donde revisan sus mercancías antes de poder atravesar la inmensa barrera de separación israelí.
“Estoy orgulloso de llevar ayuda a mis hermanos palestinos”, afirma el camionero Said Abdel Hamid, al tiempo que retira la cubierta de su cargamento de harina para la inspección.
Su matrícula y su identidad son registrados, y responde a algunas preguntas. Mohamed Ali, otro camionero que viene del Cairo con un suministro de galletas, declara que “los servicios secretos egipcios dieron instrucciones de hablar lo mínimo posible”.
Colchones, mantas y alimentos sobresalen de los remolques de los camiones con el símbolo de la Media Luna Roja egipcia, mientras un perro, acompañado por soldados armados, olfatea aleatoriamente las mercancías.
RESOLUCIÓN PARA “ENTREGA INMEDIATA”
De media, 80 camiones entran en Gaza al día por Kerem Shalom, según el ejército israelí. El paso fue abierto “temporalmente” la semana pasada para descongestionar el paso de Rafah entre Egipto y Gaza, a tan solo dos kilómetros al norte. Sin embargo, las oenegés y la ONU no dejan de advertir que la ayuda es insuficiente para el estrecho territorio de 362 kilómetros cuadrados donde viven hacinadas 2.4 millones de personas. De este total, 1.9 millones se han visto desplazadas por los bombardeos israelíes.
Cerca de la mitad de la población se encontrará en fase “de urgencia” —que incluye malnutrición aguda muy elevada y exceso de mortalidad— para el 7 de febrero, según un informe de la ONU.
“Cada día que pase traerá más hambre, enfermedad y desesperación a la población de Gaza”, advirtió su jefe de asuntos humanitarios, Martin Griffiths.
Ante la devastadora situación, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes una resolución que exige “la entrega inmediata, segura y sin obstáculos de asistencia humanitaria a gran escala” en Gaza.
Israel respondió que seguirá inspeccionando todos los envíos “por razones de seguridad”. La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre cuando comandos islamistas irrumpieron en suelo israelí y mataron a unas 1,140 personas, en su mayoría civiles. Lo anterior, según un balance de AFP basado en datos israelíes, y secuestraron a otras 250 personas, llevadas como rehenes a Gaza.
DESDE EL COMIENZO DE LA GUERRA, MÁS DE 2,500 CAMIONES CON CARGAMENTOS DE AYUDA ENTRARON A GAZA
Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una campaña de bombardeos, reforzada por operaciones terrestres, que dejaron al menos 20,057 muertos, en su mayoría mujeres y niños. Además de una cifra superior a 50,000 heridos, según las autoridades palestinas.
“Más de 2,500 camiones de ayuda humanitaria y más de 50,000 toneladas de alimentos entraron en Gaza desde el comienzo de la guerra”, afirmó el coronel Moshe Tetro, jefe para Gaza del organismo del Ministerio israelí de Defensa responsable de los asuntos civiles palestinos (COGAT), presente en el paso fronterizo de Kerem Shalom.
Entretanto, los camioneros egipcios deambulan por el aparcamiento, matando el tiempo al son de la música y esperando el permiso para entregar sus suministros. N