Un suéter tejido con una fibra que imita la piel del oso polar ofrece tanta calidez como una chamarra de plumas, a pesar de tener una quinta parte de su grosor, según un estudio publicado en la revista Science. La nueva prenda en pro del medioambiente resulta una alternativa ideal para aquellas marcas que siguen utilizando pieles de animales.
De acuerdo con el artículo retomado por Nature, la fibra, hecha de un material sintético ligero conocido como aerogel, mantiene sus propiedades de retención de calor incluso después de estirarla, lavarla y teñirla.
“La fibra de prueba de concepto podría algún día usarse para prendas que deben ser livianas y duraderas, como ropa deportiva, uniformes militares y trajes espaciales, sin necesidad de pieles de animales”, explica el coautor del estudio Weiwei Gao, especialista en materiales y científico de la Universidad de Zhejiang en China.
El estudio descubrió que los aerogeles se encuentran entre los mejores materiales de retención térmica que existen, incluso se han utilizado como aislamiento en edificios. Sin embargo, las fibras fabricadas a partir de aerogeles suelen ser demasiado quebradizas y frágiles para tejerlas en textiles portátiles. Además, tienden a perder sus propiedades aislantes después del lavado y en ambientes húmedos.
Ante ese panorama, los investigadores se inspiraron en la piel de los osos polares. El núcleo de cada hebra de este pelaje tiene docenas de pequeñas bolsas de aire que impiden que el calor se escape, manteniendo a los osos calientes en el duro ambiente ártico. Este núcleo poroso está rodeado por una densa capa exterior que es impermeable, flexible y resistente.
LA IMITACIÓN DE LA PIEL DE OSO POLAR TIENE EL MEJOR AISLAMIENTO DE LAS DEMÁS PRENDAS
En esa vía, Gao y sus colegas utilizaron un método conocido como “hilado por congelación” para producir fibras a partir de una solución derivada de gusanos de seda, para crear hilos de fibra de aerogel que imitaban la estructura interna porosa del pelaje del oso polar. Para replicar la capa exterior, los investigadores cubrieron el aerogel con una fina capa de un material elástico llamado poliuretano termoplástico, que se utiliza a menudo en ropa y equipos deportivos.
“El aerogel no se puede estirar más allá del 2 por ciento de su longitud existente sin sufrir daños, pero la fibra compuesta inspirada en el oso polar recuperó su longitud original después de ser tirada con una tensión del 1000 por ciento, lo que indica que era más fuerte y elástica que las fibras de aerogel anteriores gracias a su revestimiento elástico”, indica el estudio.
Finalmente, los expertos tejieron un suéter con fibra de aerogel y compararon su rendimiento de aislamiento térmico con el de una chamarra de plumas, un suéter de lana y una blusa de algodón de manga larga. Para registrar su funcionamiento, el equipo reclutó a un voluntario para usar cada prenda en una habitación de -20 °C, y midieron la temperatura de la superficie de las cuatro prendas para evaluar qué tan bien retenían el calor.
Aunque el suéter inspirado en el oso polar era una quinta parte del grosor de la prenda de plumas, tenía el mejor aislamiento de todas las prendas. Su temperatura superficial promedio era de 3.5 °C, mientras que la chamarra de plumas medía 3.8 °C, lo que indica que liberaba un poco más de calor que el suéter.
“El aislamiento del suéter de aerogel no se degradó después de algunos centrifugados en una lavadora, lo que indica que podría ser lo suficientemente resistente como para usarlo con frecuencia”, refiere la investigación. N