Muchos de los jabalíes que deambulan por Europa central son tan radiactivos que es peligroso comerlos, y todo se debe a una combinación de pruebas de armas nucleares y el desastre de Chernóbil.
Anteriormente, se suponía que su radiactividad era consecuencia únicamente de la fusión de la central nuclear de Chernóbil en 1986, pero una nueva investigación, publicada en la revista Environmental Science & Technology, descubrió que también puede deberse en gran medida a las pruebas de armas nucleares.
“Nuestros hallazgos demuestran que las armas 137Cs contribuyeron entre 12 y 68 por ciento en aquellas muestras que excedieron el límite regulatorio”, escribieron los autores en el artículo.
137Cs, o Cesio-137, es un isótopo radiactivo de cesio producido durante la fisión nuclear, que es el proceso de dividir un átomo en dos de un elemento diferente. Este proceso libera una enorme cantidad de energía, razón por la cual la fisión se utiliza en centrales y en armas nucleares.
El 137Cs es un producto importante de las pruebas de explosión nuclear de mediados del siglo XX y se liberó en grandes cantidades en los accidentes nucleares de Chernóbil y Fukushima.
En la segunda mitad del siglo XX se llevaron a cabo miles de pruebas de armas nucleares: Estados Unidos llevó a cabo 1,054, la mayoría de las cuales fueron en Nevada, con varios cientos en el océano y otros estados.
BOMBAS NUCLEARES DETONADAS SOBRE LA TIERRA Y DENTRO DE LA ATMÓSFERA
La entonces Unión Soviética llevó a cabo 715 pruebas, la mayoría en el actual Kazajistán. Mientras, Francia probó armas en el Sahara y los atolones del Pacífico, y el Reino Unido realizó algunas pruebas en Australia. Muchas de estas pruebas fueron atmosféricas, lo que significa que la bomba fue detonada sobre la tierra y dentro de la atmósfera.
Los investigadores descubrieron que los jabalíes que se encuentran en Baviera, Alemania, contienen 137Cs en niveles tan altos que su carne no es segura para el consumo humano. Curiosamente, aunque se ha descubierto que muchos animales contienen 137Cs desde el accidente nuclear de Chernóbil, se encontró que los niveles de este isótopo disminuyen en todos, menos en los jabalíes radiactivos.
“Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las especies forestales, que inicialmente también exhibieron una alta contaminación de 137Cs en sus cuerpos seguida de una disminución con el paso del tiempo (es decir, una vida media ecológica corta), los niveles de 137Cs en los jabalíes no han mostrado una tendencia de disminución significativa desde 1986”, escribieron los autores.
Este fenómeno se ha denominado la “paradoja del jabalí”. Una explicación es que los jabalíes están ingiriendo 137Cs a través del hongo de la trufa en su dieta, que acumula el isótopo radiactivo del suelo. Sin embargo, hasta ahora sigue siendo un misterio cómo es que el Cesio-137 llegó al suelo exactamente.
¿QUÉ SIGNIFICA QUE HAYA JABALÍES RADIACTIVOS?
Los autores del artículo explican cómo analizaron muestras de carne de jabalí tanto para 137Cs como para 135C, un isótopo de cesio de vida mucho más larga que también es producido por medio de fisión nuclear, pero producido en cantidades mucho mayores en explosiones nucleares que en plantas de energía nuclear.
“Por lo tanto, una explosión nuclear produce una proporción relativamente alta de 135Cs/137Cs, mientras que un reactor produce una proporción baja”, explican en el artículo.
Este hallazgo es significativo, ya que hasta ahora se consideraba que el cesio liberado por las pruebas de armas nucleares era mucho menor en comparación con el de Chernóbil.
“Su contribución [de las armas-137Cs] como contaminante de Europa central se ha considerado generalmente insignificante en comparación con la de Chernóbil. Nuestro trabajo proporciona evidencia forense que muestra que este legado subestimado de Cesio-137 puede acumularse en ciertos medios ambientales junto con emisiones de reactor 137Cs más recientes”, escribieron los autores.
Señalan que futuros accidentes o explosiones nucleares podrían empeorar la contaminación de estos animales, lo que podría afectar la seguridad alimentaria durante décadas.
“Este estudio ilustra que las decisiones estratégicas, de hace 60 a 80 años, de realizar pruebas nucleares atmosféricas todavía impactan en los entornos naturales remotos, la vida silvestre y una fuente de alimento humano en la actualidad”, escribieron en el artículo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)