Con una investigación sacada directamente de la ciencia ficción, un grupo de científicos logró aumentar la esperanza de vida de ratones viejos en un 10 por ciento al fusionar sus torrentes sanguíneos con la sangre joven de animales de su especie.
Por primera vez, el equipo pudo demostrar que los efectos antienvejecimiento de estas transfusiones de sangre joven podrían durar meses después del procedimiento, lo que equivaldría a una extensión de vida de cinco a siete años en años humanos.
La teoría de que la sangre joven puede retardar el proceso de envejecimiento no es particularmente nueva. En 2017, una empresa emergente con sede en California llamada Ambrosia comenzó a vender el componente líquido de sangre joven para transfusiones a un costo de 8,000 dólares el litro.
Aunque Ambrosia cerró después de que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos emitió una advertencia sobre la tecnología en 2019, la investigación en esta área continúa y está arrojando resultados emocionantes.
La técnica de fusionar quirúrgicamente a dos animales, conocida como parabiosis, tampoco es nueva, existe desde mediados del siglo XIX. Y fue utilizada por primera vez en el campo del antienvejecimiento en 2005 por investigadores de la Universidad de Stanford.
PARABIOSIS, ¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA?
“El procedimiento de parabiosis conecta los tejidos entre los dos ratones, que se fusionan rápidamente y comienzan a compartir la circulación”, dijo a Newsweek James White, profesor de medicina y biología celular en la Facultad de Medicina y del Centro de Envejecimiento de la Universidad de Duke, quien dirigió el estudio reciente.
“El procedimiento de separación simplemente separa estas conexiones y los ratones se recuperan rápidamente para vivir separados durante el resto del estudio”, explicó el investigador.
En el estudio de Stanford, los investigadores utilizaron esta técnica para demostrar que la sangre joven aparentemente podría rejuvenecer a los ratones más viejos. ¿Pero por cuánto tiempo?
En el estudio reciente de White, publicado en la revista Nature Aging, él y su equipo examinaron cuánto tiempo duraban los beneficios antienvejecimiento de este proceso después de que los animales ya no estaban conectados.
“Anticipamos los efectos beneficiosos de la exposición prolongada a la circulación joven, pero nos sorprendió ver los resultados duraderos que observamos”, indicó White.
Y continuó: “Incluso dos meses después del desprendimiento, los ratones heterocrónicos viejos [ratones viejos que se fusionaron con ratones más jóvenes] habían reducido el envejecimiento biológico y la expresión génica similar a los ratones más jóvenes, en comparación con los controles isocrónicos [ratones viejos que se unieron a ratones mayores].
“Estos resultados sugieren una posible reprogramación celular con el tiempo a un estado más juvenil, que puede mantenerse incluso después del cese de la sangre joven”, explicó el científico.
LA SANGRE JOVEN DA 10 POR CIENTO MÁS DE VIDA
Los ratones no solo mostraron signos de rejuvenecimiento a nivel celular, sino que los animales mayores también exhibieron mejores habilidades fisiológicas y vivieron 10 por ciento más que sus pares que no se habían sometido al procedimiento.
“Basados puramente en este estudio, la extensión de vida equivaldría a unos cinco a siete años humanos”, manifestó James White.
Todavía no se sabe exactamente cómo funciona este proceso “antienvejecimiento”, pero White señaló que una combinación de células más jóvenes y “factores juveniles” como proteínas y metabolitos son los candidatos más probables. Son estos factores juveniles los que más interesan a los investigadores.
“El uso de transfusiones heterocrónicas para promover la salud y la longevidad no es práctico y obviamente conlleva problemas éticos”, consideró White. “El ángulo terapéutico es encontrar los ‘factores juveniles’ en la circulación joven responsables de estos efectos”.
Entonces, ¿qué tan cerca estamos de dominar el proceso de envejecimiento y extender la vida de los humanos? “Los avances recientes respaldan la idea de que es posible separar la edad cronológica de la edad biológica”, selañó White.
“Todavía se desconoce cuánto, pero ahora sabemos que existe una capacidad inherente para reestablecer nuestro envejecimiento biológico a nivel celular. Pronto veremos hasta qué punto podemos retrasar o revertir el envejecimiento”, concluyó el especialista. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)