El puente CBX (Cross Border Xpress) cumplió tres años en diciembre pasado. Nació aunque el Ayuntamiento de Tijuana se oponía a dar permiso de construcción por la histórica deuda de predial del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), y ante la oposición de servidores turísticos que auguraban pérdidas. Hoy el Secretario de Turismo del Estado, Óscar Escobedo, dice que es un éxito. Que entre 2013 y 2018 el flujo de pasajeros en el aeropuerto de Tijuana pasó de 3.7 a 7.9 millones, y un 25% lo atribuye a ese paso transfronterizo. Según el CBX que en octubre pasado celebró sus primeros 5 millones de cruces, cada año 2.4 millones de personas cruzan la frontera como parte de su viaje. Los pasajeros apretujados y sentados en el suelo de pequeñas salas demuestran que el crecimiento del aeropuerto rebasó su capacidad. Tijuana está conectada también a China y Centroamérica, y la Secretaría de Turismo apuesta por vuelos de Europa que no puedan aterrizar en las congestionadas pistas de San Diego. Escobedo dice que ya hay una inversión de mil 200 millones de pesos pero “el crecimiento ha sido tan extraordinario que el aeropuerto tiene su reto de picarle en las obras”.