El número de cateos realizados a fin de detectar sustancias ilegales, han aumentado un 70 por ciento en lo que va del año en comparación con los concretados en el 2017, pues no superaron la cifra de 30, así lo dio a conocer el Fiscal General del Estado, Jesús Figueroa Ortega.
De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la incidencia delictiva de narcomenudeo en Aguascalientes ha ido en aumento en los últimos 3 años.
Según el número de carpetas de investigación bajo el concepto de narcomenudeo, en el 2015 se contaron con 614; en el 2016 se registraron 717 y el año pasado fue un total de 842. En la primera mitad del 2018 se tiene un total de 833, por lo que superar el registro del año anterior es seguro.
Estas cifras salieron a la luz después de dar a conocer sobre un encuentro entre presuntos narcomenudistas y elementos de seguridad en una intervención de cateo en la madrugada de ayer.
Figueroa Ortega explicó que a fin de cumplir con la orden, los agentes ministeriales asignados a este caso fueron recibidos a balazos por dos personas que se encontraban en el domicilio a ingresar, resultando un agente herido de una mano, y un presunto delincuente lesionado de gravedad.
Dentro del inmueble se aseguraron dos armas de fuego; una hechiza tipo escopeta y una arma corta, y 40 miligramos de metanfetaminas, equivalentes a más de 100 dosis de droga.
Debido a que el ataque los tomó por sorpresa, al asegurar la zona encontraron dos cámaras de vigilancia en un árbol que se encontraba frente al domicilio, y constataron que los habitantes de la casa tenían acceso a ellas desde la vivienda.
“Fue un hecho extraordinario, nosotros registramos más de 100 cateos en este año y es la primera ocasión en muchos años que se recibe a los elementos de la Fiscalía de esa manera”, reconoció.
Aclaró que las cifras que aparecen en el SESNSP sobre narcomenudeo, son derivado de las investigaciones por los grupos de inteligencia de las diferentes instituciones de seguridad, o por fuentes de información anónima y no por las denuncias que se pudieran presentar en el Ministerio Público, como sucede con otros delitos del fuero común.