En junio pasado, las cascadas Wapama en el Parque Nacional de Yosemite se inundaron. Un invierno con récord de nevadas, seguido de un verano con récord de calores, significó que un récord de aguas cayó de las cascadas hacia el popular sendero Hetch Hetchy.
Cuando los senderistas lo cruzan, usualmente reciben una salpicadura de agua y neblina. Pero el año pasado, por primera vez en por lo menos varias décadas, las cascadas se tragaron el puente, vertiendo olas enormes sobre el sendero a varios metros en ambos lados del sendero.
Los trabajadores de Yosemite pusieron letreros que decían: “Peligro, Sendero Cerrado, Prohibida la Entrada”, haciendo regresar a los senderistas desilusionados. Sin embargo, no todos los senderistas dieron la vuelta. A finales de ese junio, un senderista de 66 años cruzó el puente, perdió el equilibrio y cayó para morir allí.
El Parque Nacional de Yosemite no respondió a las solicitudes de una entrevista.
Los individuos que disfrutan de actividades al aire libre como senderismo, campismo, esquiar y pescar, ven cómo el cambio climático afecta sus planes en el exterior en todo EE UU. Ello significa que los animales que se pueden ver en la naturaleza están extinguiéndose y no cambian de color como solían hacerlo, los sitios de campismo están haciéndose insoportablemente calientes, los peces se están estresando demasiado por el calor como para soportar la pesca vespertina, y la nieve es demasiado escasa para apoyar los deportes invernales, incluso amenazando los Juegos Olímpicos de Invierno.
Aun cuando el cambio climático afecta los parques, el Servicio de Parques Nacionales (SPN), del cual el Yosemite forma parte, no ha sido rápido en admitirlo. En abril, el SPN publicó un informe llamado “Aumento del Nivel del Mar y Proyecciones de Aumento de Tormentas para el Servicio de Parques Nacionales”, pero censuró palabras como “antropogénico”. La censura confundió funcionalmente el hecho de que la actividad humana ha creado la crisis del cambio climático y que la gente tiene algo que ver en crear nuevos riesgos y problemas en la Vasta Naturaleza, como la inundación de la cascada Wapama.
Después de una investigación llevada a cabo por el podcast del Centro de Reporteo Investigador y la plataforma de medios sociales Reveal divulgando la censura, el SPN restauró la versión sin censura del documento el viernes.
Ante la actividad humana y el cambio climático, ¿quién podrá salvar las actividades al aire libre?
El poderoso dólar
En teoría, las personas quienes pasan más tiempo al aire libre, y en especial quienes venden equipo para actividades al aire libre y se benefician financieramente de la industria al aire libre, deberían ser los primeros en proteger el medio ambiente. Pero si le preguntas a Auden Schendler, activista climático, vicepresidente de Aspen Skiing Company y parte de la organización sin fines de lucro Protect Our Winters, no están haciendo ni remotamente lo suficiente.
“La industria al aire libre es enorme, y tiene poder e influencia enormes, pero casi nunca hace uso de ellos”, dijo él a Newsweek. “Y deberíamos hacerlo, la industria al aire libre debería ser más poderosa que la NRA y más eficaz”. Él señaló que solo el minorista REI tiene más miembros que la NRA.
Según la Asociación de la Industria al Aire Libre, la industria contribuye con 887,000 millones de dólares al año a la economía de EE UU. Cabe mencionar que las compañías al aire libre han hecho algo para abordar el cambio climático antropogénico como un problema. La Asociación de la Industria al Aire Libre publicó una declaración sobre el cambio climático, diciendo:
La calidad de nuestras experiencias al aire libre se ve disminuida por veranos más largos y calientes, sequías prolongadas y fuegos forestales cada vez más devastadores en el oeste; por inviernos impredecibles, aumento en los niveles del mar, inundaciones, aguas más cálidas y flujos reducidos de ríos. Nuestra salud se ve comprometida por la contaminación de nuestro aire, tierra y agua. […]
Por lo tanto, la Asociación de la Industria al Aire Libre (OIA, por sus siglas en inglés) le pide al Congreso que apruebe una legislación completa sobre el cambio climático. Instamos a líderes nacionales, regionales y locales —ya sea mediante legislación o regulación— a promulgar políticas que reflejen la realidad del cambio climático y busquen detenerlo. Les pedimos a los líderes elegidos de nuestra nación y los funcionarios que implementen mitigaciones climáticas significativas. Y les pedimos que protejan las tierras y aguas públicas de EE UU, incluidas las oportunidades recreativas y los empleos estadounidenses que éstas apoyan.
Algunas compañías han hecho un compromiso tangible de sustentabilidad. Por ejemplo, REI ha prometido que solo venderá marcas que cumplan con los requisitos de sustentabilidad para 2020.
Este año, la gente que administra la exhibición Outdoor Retailer dijo que mudaría su evento de Salt Lake City, Utah, a Denver, Colorado, a menos que Utah cambie sus posturas políticas para apoyar las tierras públicas, proteger el aire y agua limpios, y minimizar las emisiones de carbono. Utah no cambió y la exhibición se mudó a un estado que políticamente es más amistoso con el aire libre.
Según el Salt Lake Tribune, los organizadores calculan que el cambio le dará la friolera de $100 millones de dólares a Denver este año, dejando a Salt Lake City en el polvo.
Prepararse para un viaje con clima cambiado
Los veranos se hacen más largos y calientes, y las oportunidades de deportes en clima frío pronto podrían ser mínimas y breves. Espera que los pronósticos cambien de último minuto, lleva suministros de emergencia en tu auto y haz tu parte reduciendo tu huella de carbono.
Sobre todo, Schendler tiene este consejo para los entusiastas al aire libre: “Haz un viaje al exterior del Congreso”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek