El candidato presidencial que resulte ganador en las elecciones del 1 de julio de 2018 deberá atender con urgencia y eficacia los grandes desafíos que tiene el país en materia de inseguridad, corrupción y rendición de cuentas, así como impulsar un crecimiento más dinámico de la economía que se refleje en mejores niveles de vida y en un desarrollo más justo e incluyente, considera el director general de Citibanamex, Ernesto Torres Cantú.
Antes, sin embargo, observa la necesidad de que los precandidatos expongan su plan de trabajo para la nación: “Hasta el momento no han esbozado claramente su visión de país y sus propuestas en diferentes ámbitos. Es muy importante que lo hagan para que todos podamos tomar una decisión mejor informada”.
Entrevistado por Newsweek en Español, el banquero añade que, gane quien gane, el futuro presidente de México deberá atender cuatro temas fundamentales: “Aplicación y vigencia del Estado de derecho, fortalecimiento del marco institucional, promover una economía de mercado e impulsar la formalización de la economía. Los primeros dos puntos son particularmente importantes para atacar los grandes desafíos que enfrentamos en materia de combate a la inseguridad y corrupción y todos en su conjunto son esenciales para lograr mayores tasas de crecimiento y un desarrollo más justo e incluyente”.
En cuanto a la actual situación financiera, Torres Cantú se manifiesta optimista, pues la economía mexicana ha demostrado un alto grado de resiliencia ante la incertidumbre. En ese sentido, dice que “hemos observado una tasa de crecimiento sostenido, que si bien es menor a la que sería deseable, se apoya en una sana diversificación productiva. El consumo mantiene su fortaleza apoyado en una sólida generación y formalización del empleo, y se ha dado un repunte de las exportaciones”.
En esa medida, opina que también destaca la solidez macroeconómica, con un déficit en cuenta corriente manejable, y avances en las metas fiscales del gobierno, como el logro de un superávit primario y la estabilización de la deuda como porcentaje del PIB. Además, “la inflación ha reiniciado su convergencia hacia el objetivo, se mantiene la calificación crediticia del país, se sigue avanzando en la implementación de las reformas estructurales y continúan llegando nuevas inversiones, entre las que destaca la ampliación a 200,000 millones de dólares del monto esperado de inversión extranjera derivada de la reforma energética”.
En este punto, el directivo de Citibanamex expresa que el efecto más significativo de las reformas estructurales es de largo plazo, “y aunque ya podemos ver algunos avances, el impacto más importante se reflejará en los próximos años. Lo que está claro, enfatiza, “es que han sido cambios en la dirección correcta y hay que seguir avanzando en ese sentido”.
Para finalizar, Ernesto Torres destaca que, por su parte, el compromiso de la banca es “con la construcción de un país más próspero, más incluyente y más justo”. Para ello, como intermediaros financieros “tenemos la gran responsabilidad de cuidar los recursos que nos confían los depositantes y canalizarlos de forma eficiente en créditos para las familias, las empresas y las instituciones de los distintos sectores y regiones del país”.
Por esa razón, concluye, “el crédito desde hace muchos años crece a un ritmo de tres o más veces el crecimiento del PIB; la penetración crediticia (crédito al sector privado como porcentaje del PIB), aunque todavía es baja, pasó de 27 por ciento en 2012 a 35 por ciento en la actualidad; el crédito a las pymes ha tenido un incremento particularmente notable en los últimos años; y la expansión del crédito es sana, prudente y sostenible, ya que la cartera vencida es baja y los bancos mantienen altos niveles de capitalización”.