LA PRIMERA IMPRESIÓN es lo más importante. En los productos alimenticios lo primero que vemos es su portada, por lo que la mercadotecnia industrial se encarga de hacer cada vez más llamativa y engañosa su presentación. Por eso debemos aprender a leer etiquetas nutrimentales para consumir alimentos de pocos ingredientes insanos.
La mayoría de las etiquetas nutricionales dividen en más de tres porciones el empaque para confundirnos al pensar que el empaque contiene solo lo de una porción.
Por otro lado, los productos light o sugar freecasi siempre capturan nuestra atención, pues se pueden usar en muchas situaciones que no necesariamente son mejores que la versión original.
Light se puede referir a un producto más bajo en calorías, con menos azúcar o menos grasa que la versión original. Pero todo esto debe sustituirse por otros ingredientes para que el producto no pierda sabor o consistencia. Estos sustitutos pueden aumentar grasa, azúcar, químicos o edulcorantes artificiales.
Los productos sugar freesiempre tienen edulcorantes artificiales como la sucralosa, aspartame y sacarina. El consumo de estos edulcorantes promueve el aumento de peso, además de tener un alto potencial carcinogénico y provocar trastornos del metabolismo.
Debemos de tener cuidado con los productos industrializados y procesados. Es preferible consumir alimentos frescos como frutas, verduras y legumbres.