La economía de México se sostiene en gran medida de cuatro pilares: el sector agroalimentario, el petróleo, el turismo y las remesas que recibe de los mexicanos en Estados Unidos, muchos de ellos indocumentados.
Las remesas, tras la victoria presidencial de Donald Trump en noviembre de 2016, registraron una tasa de crecimiento anual del 24.7 por ciento. La más alta en una década.
Ese mismo año, las transferencias de dinero a familias mexicanas desde Estados Unidos, sumaron 26 mil 970 millones de dólares; 2 mil 200 millones más que el año anterior, según el Banco de México (Banxico).
Estos ingresos superan a los del petróleo y el turismo, quedando solo por debajo del sector agroalimentario que percibe 30 mil millones de dólares anuales, según anunció el presidente de México, Enrique Peña Nieto en diciembre, durante el “México Alimentaria 2016 Foodshow”.
Con las remesas como una fuente importante de recursos para el desarrollo económico del país, Donald Trump amenazó con imponer un nuevo gravamen a estos envíos de dinero.
Su intención sería obligar a que México pagara de forma indirecta la construcción del muro que en tiempos electorales prometió levantar entre ambos países.
La incertidumbre ha provocado que el envío de remesas se acelere. Pero también, ha motivado a que personas busquen alternativas para contrarrestar sus políticas antimigratorias.
Una opción es el envío de dinero a través de una criptomoneda que se llama Bitcoin.
Sus principales promotores son personas que tienen negocios alrededor de este activo, pero que aseguran servirá para enfrentar los obstáculos que pudieran surgir a raíz de la administración de Trump.
Bitcoin (BTC) es una moneda virtual y descentralizada que al cierre de esta edición se vende en mil 38 dólares cada unidad. Aunque ha llegado a costar mil 290 dólares, su máximo histórico.
Es inestable y ese ha sido uno de los argumentos más utilizados por sus detractores.
Pero aquellos que la utilizan afirman que a pesar de sus caídas, la moneda tiende a recuperarse.
Actualmente existen más de 4 mil criptomonedas en el mercado según Cryptocoin Charts, un sitio web dedicado a graficar el comportamiento de las divisas virtuales. No obstante, Bitcoin fue la primera. Se anunció en 2009 y para 2010 concretó su primera transacción.
En Florida, un programador intercambió 10 mil monedas por dos pizzas que costaban un total de 25 dólares.
Hoy, usuarios de Bitcoin alrededor del mundo celebran cada año esa compra. Le llaman “las pizzas más caras de la historia”, pues hoy con esa misma cantidad, uno podría comprar 830 mil 400 pizzas.
Esto se debe a que el valor de BTC ha crecido exponencialmente, aunque no es necesario ahorrar más de mil dólares para adquirirla.
Tal como sucede con cualquier otra moneda, el Bitcoin es divisible. Su fracción más pequeña es 0.0000001 BTC.
A este decimal se le conoce como Satoshi en honor al seudónimo de su desarrollador, Satoshi Nakamoto.
De este modo, cualquiera puede comprar 100 pesos de Bitcoin hasta en un Oxxo.
Migrantes haitianos en Tijuana utilizan servicios como Western Union y MoneyGram para enviar o recibir dinero. Para ellos, una opción podría ser Bitcoin. Foto: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA
Plataformas mexicanas, como Bitso y Volabit, generan códigos que pueden escanearse y pagarse en dichas tiendas de autoservicio.
Una vez que se realiza el pago, el equivalente se abona a una cuenta de Bitcoin.
Y esta accesibilidad es especialmente cierta para la Ciudad de México, Tijuana y Ensenada, municipios donde se encuentran los únicos cajeros de Bitcoin que existen en México.
El de Tijuana se ubica en Imaxess, una clínica de diagnósticos por imagen en la colonia Cacho. El de Ensenada fue colocado en Gary’s La Fonda Hotel & Restaurant.
No siempre estuvieron ahí.
Ambos se inauguraron en 2014, en el centro de tecnologías, Bitcenter de Tijuana, por iniciativa de una empresa que lleva por nombre Ledger Sciences.
Sus fundadores Alec Hahn, William Banks y Dawn Parker-Waites, llamaron al proyecto Bitcoin42. Pero más tarde lo transformaron en Viva y reubicaron sus cajeros.
“Sabemos que este es el futuro y estamos muy orgullosos de traerlo a Baja” dice Dawn Parker-waites sobre las criptodivisas.
Cuenta que en el cajero de Tijuana reciben en promedio de 18 a 20 usuarios por día, y cada uno puede comprar o vender hasta 10 mil pesos.
Del cajero en Ensenada no da cifras. Dice que todavía no hay mercado en ese puerto.
Pero los movimientos en Tijuana bastaron para expandir su negocio. Actualmente, ella y sus socios le apuestan a crear un ecosistema económico y su propia moneda virtual, Viva Coin.
De ahí que rediseñaran la identidad de la empresa.
Sobre el desplazamiento de los cajeros, Dawn dice que se dio para facilitar su acceso a más personas en el estado. En especial a extranjeros, como ella, que viven en México.
Dawn opina que las criptomonedas son especialmente convenientes para migrantes que necesitan enviar dinero a México para sostener a sus familias.
Si Trump impone un impuesto a las remesas, estas serán más útiles, dice.
George Harrap coincide.
Él es director general de Bitspark, una compañía con sede en Hong Kong que se especializa en el envío de remesas con Bitcoin y que ve potencial en México.
Su empresa es la primera de su tipo a nivel mundial y es líder en el rubro.
Dice que de momento solo brinda servicios en Asia, donde se concentra la demanda más grande de remesas digitales en el mundo.
Pero admite que también le interesa llegar a México.
Su explicación es que a pesar de que este país no utiliza de forma significativa las criptomonedas para el envío de remesas, esto podría cambiar.
En el contexto de Trump, cree que las remesas a través de Bitcoin aumentarán.
Por eso este año comenzará la expansión de Bitspark hacia América Latina.
En su opinión, esta moneda facilita los envíos de dinero porque sus transferencias son más económicas, no involucra a bancos y puede ser aceptada en cualquier parte del mundo.
Tal posibilidad es una de las promesas más grandes de Bitcoin.
Pero es también el tema donde las opiniones se dividen.
El Dr. Pedro Paulo Orraca es doctor en Economía por la Universidad de Sussex (Reino Unido) y autor del estudio “Las Remesas en México y los Componentes No Observados”.
Dice que en tiempos donde los migrantes mexicanos perciben un mayor riesgo en el mercado laboral, tienden a incrementar las remesas que envían a sus familias en México.
Esto es algo que ya está sucediendo con Trump, pero Orraca no afirmaría que Bitcoin es el camino. Le parece un tema nuevo y difícil de comprender para la población que recibe remesas.
Apunta que este sector no suele contar con la preparación para manejar ese tipo de tecnologías.
Las claves privadas para acceder a las bitcoins, por ejemplo, son series alfanuméricas de 64 caracteres, y el proceso para comprar o vender, aunque se diseñó para ser sencillo, puede no serlo para ellos.
A esto se suma que si el destinatario vive una zona remota, sin acceso a teléfonos inteligentes o internet, es posible que prefiera quedarse con los canales tradicionales de envío como Western Union o MoneyGram.
Tomás Álvarez dirige Volabit, una de las dos empresas más importantes para compraventa de Bitcoin en México, piensa parecido.
“Es viable y puede ser competitivo, en especial para sumas menores a 100 dólares. Pero no es siempre la mejor opción”, dice.
En su experiencia ha visto que las plataformas de intercambio de Bitcoin operan con una comisión basada en un porcentaje de la transacción. En contraste a los sistemas tradicionales de remesas que operan con una comisión fija más una comisión porcentual.
La comisión porcentual de un servicio de remesas suele ser menor que la comisión porcentual del envío usando bitcoins.
Al tomar esto en cuenta, las remesas menores a 100 dólares son más baratas usando Bitcoin, pero después de cierto punto, resulta más económico usar una remesa tradicional.
En su opinión, el comportamiento de los migrantes dependerá del porcentaje que se le aplique al impuesto.
Si es “pequeño”, del 1 o 2%, predice que no tendrá un impacto en las remesas.
Pero “un impuesto más oneroso o una prohibición absoluta podría forzarlas a canales alternativos como Bitcoin”, dice.
En su opinión, Bitcoin es capaz de fungir como un mecanismo contra las políticas proteccionistas de Trump, porque este sistema permite eliminar las fronteras.
Es por esa naturaleza que le resulta difícil saber cuántas Bitcoin recibe México como remesa.
Pero “deben ser pocas”, estima.
La razón es que algunas plataformas de compraventa requieren que el usuario registre una cuenta de banco donde el dinero se deposite después de hacer las conversiones.
Entonces, para alguien que requiere de su dinero en efectivo, Bitcoin es poco práctico. Incluso imposible, según la localidad.
Pero en regiones donde el uso de bitcoin es alto, estas plataformas pueden evitarse. Bitcoin permite que usuarios vendan sus monedas de persona a persona, eliminando así las comisiones.
El gobierno de México ya está buscando formas de permitir que migrantes deportados tengan acceso a cuentas de débito para recibir dinero en México.
En febrero de este año, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional en Estados Unidos, John Kelly, afirmó que la prioridad de las autoridades migratorias sería deportar a cualquier inmigrante irregular que haya sido culpable de un crimen.
Además considera a los acusados de delitos menores, siendo que el gobierno de Barack Obama se concentraba únicamente en culpables de delitos graves.
Las consecuencias de estas políticas ya se empiezan a ver.
El Instituto Nacional de Migración (INM) identifica que este año se han deportado 9 mil 600 personas a Baja California.
Previendo que estos números se mantendrán, el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) implementó en Tijuana un programa que les permitirá abrir una cuenta de débito, aunque no tengan documentos.
Con el Programa de Inclusión Financiera para la Atención de Migrantes, el INM les generará constancias de repatriación cuando lleguen a México, un documento que les servirá como identificación para acceder a los servicios bancarios de Bansefi.
Pero las remesas, no son lo único en que Bitcoin podría ayudar a los afectados por las políticas de Trump.
De 2016 a la fecha, han llegado a Tijuana 19 mil 560 migrantes procedentes de Haití que esperaban ser aceptados por el gobierno de Estados Unidos para vivir ahí. Pero que desistieron justamente con el ascenso de Donald Trump, anticipando que con él les sería imposible dado que endureció los controles para otorgar visas.
Esta cartera consiste en una aplicación para teléfonos inteligentes que guarda y protege los “Bitcoins” del portador y que permite acercar al usuario a Bitnation. Foto: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA
De esa cantidad, 16 mil 100 ya se fueron. Unos 2 mil 300 aún viven en Tijuana y aproximadamente mil 160 radican en Mexicali, según ha dicho el INM.
Para ellos, un programador en Cancún desarrolló la primera cartera de Bitcoin en criollo haitiano.
Alexandro Colorado, es un desarrollador de software que vio la posibilidad de aplicar esta tecnología a beneficio de los migrantes de Haití en Tijuana.
Desde su punto de vista, los alcances de Bitcoin no se limitan únicamente a las remesas. Blockchain, la tecnología detrás de Bitcoin, serviría también para brindarles identificaciones virtuales, acceso a tarjetas de débito, servicios médicos y notariales.
Esto lo haría a través de Bitnation, un gobierno virtual que en 2015 desarrolló un programa de ayuda para los refugiados de Siria en Europa. Mismo que Alexandro se interesó en emular en Tijuana.
A este se le llamó Respuesta de Emergencia para Refugiados de Bitnation (BRER por sus siglas en inglés).
“El que no te puedan reconocer como ciudadano es el primero de varios problemas […] pero si pueden crear bits únicos para representar dinero, pueden crear bits únicos para representar identidad”, dice Colorado.
Explica que a través de algoritmos matemáticos se crean claves únicas e imposibles de repetir.
De ahí que desarrollara la primera cartera Bitcoin en criollo haitiano, además de una versión en francés y otra en español, en colaboración con Airbitz, una empresa de monederos virtuales ubicada en San Diego, California.
Esta cartera consiste en una aplicación para teléfonos inteligentes que guarda y protege los “Bitcoins” del portador y que permite acercar al usuario a Bitnation.
Alexandro cuenta que se interesó en Bitcoin prácticamente desde su lanzamiento.
Fue la apreciación de esta y otras monedas virtuales lo que le motivó a invertir en ellas y a trabajar para sitios web que pagan por sus servicios en criptomonedas. Dice que desde el año pasado, las monedas digitales son su única fuente de ingresos.
Pero reconoce que más allá de lo económico, hay intereses de carácter social.
“La idea de blockchain es ayudar a la sociedad” dice Alexandro.
Se le pregunta por qué se interesó en desarrollar la cartera para haitianos. Dice que en parte su motivación fue altruista, pero también experimental.
Carteras hay de dos tipos: “calientes” y “frías”.
Las carteras calientes son aquellas que están en la web. Los usuarios se registran y el portal administra su dinero. “Lo cuidan”. Pero este servicio los convierte en presas susceptibles a los ataques de hackers.
En cambio, las carteras frías son aquellas que uno descarga y conserva en su teléfono celular.
El riesgo es que si uno falla en hacer respaldos, puede perder su dinero en un accidente o descuido, asumiendo que el dispositivo se daña o extravía.
La ventaja es que son más seguras. Un ataque individual es menos probable. Además permiten que el usuario tenga total control de su dinero y que pueda gastarlo sin conexión a internet.
Lo que Alexandro Colorado desarrolló para los migrantes haitianos, fue una cartera fría.
Y la aplicación está disponible sin costo. Su fin, según Colorado, es el de facilitar las remesas.
Paul Puey, CEO de Airbitz dice que esta aplicación puede usarse como cartera en todo el mundo, aunque de momento, solo es posible comprar y vender con ella en territorio de Estados Unidos.
En México, y en especial para Tijuana y Ensenada, esto no es problema porque tienen cajeros bidireccionales de Bitcoin, de modo que es posible comprar y vender a través de ellos.
Para Colorado contar con una cartera de Bitcoins sería el primer paso para acceder a los beneficios que él identifica como parte del programa de ayuda a migrantes.
Sin embargo, este sigue siendo un tema relativamente nuevo y complejo.
Además, no se le ha dado difusión más allá de un círculo muy especializado de inversionistas, programadores y matemáticos.
Para muchos, Blockchain es un mundo nuevo.
Alexandro dice que buscó albergues en Tijuana para promover el uso de su aplicación. Dice también que no obtuvo respuestas.
Ricardo Palma, maestro en el área de sistemas computacionales del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT) y principal impulsor de las criptomonedas a nivel local, cree que esto se debe a un desconocimiento del tema y a que faltan espacios que ayuden a normalizar el uso de Bitcoin.
Para este reportaje se buscaron establecimientos que aceptaran Bitcoin en Tijuana y únicamente se encontró uno. La imprenta Fusión Multimedios.
En lugares como la Ciudad de México, uno puede pagar con Bitcoin en tiendas 7-Eleven, librerías Gandhi y Cine Tonalá. Aunque estas mismos establecimientos existen en Tijuana, aquí no aceptan el pago. Incluso, los negocios donde se encuentran los cajeros de Bitcoin, no lo aceptan. Solo Imaxess tiene contemplado utilizarlo.
Palma recuerda haber buscado a restauranteros para invitarlos a usar Bitcoin como forma de pago, pero encontró que las personas mayores la rechazan porque no lo entienden.
Aun así cree que es necesario despertar el interés de los negocios para validar la moneda.
Al respecto, Víctor Márquez, profesor de Mercado de Valores en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y miembro del Colegio de Economistas, dice que el uso repetido de un acto se vuelve costumbre y después ley.
“Si te la recibe un establecimiento entonces para ti es una moneda confiable”, dice Márquez.
Observa que el crecimiento de Bitcoin se debe a la demanda que tiene. Distingue que para las monedas del mundo, a excepción del dólar y el euro, la demanda suele ser únicamente local. Pero con Bitcoin es internacional.
Como resultado de ese uso y aceptación, el valor de Bitcoin sube, baja o se mantiene.
La tendencia general es que suba, de acuerdo a Palma, profesor del ITT.
Por ello, hay quienes la utilizan para ahorrar o para invertir y no para comprar.
Mirjam Bustos tiene 20 años y compra Bitcoins a través de Oxxo desde el año pasado. Espera que su dinero se multiplique así como sucedió con las monedas de Alexandro.
Pero para otros, Bitcoin puede ser una opción de financiamiento.
Cuenta Alexandro que a través de Bitcoin, usuarios pueden solicitar créditos descentralizados, donde las masas prestan centavos hasta acumular cantidades suficientes para emprender un pequeño negocio.
En Durango, por ejemplo, el señor José González financió su negocio, —una tienda de abarrotes— con Bitcoin, según un artículo publicado por El Financiero en febrero de este año.
En la prensa local o regional no se han registrado casos como este, pero Alexandro piensa que este sistema es una vía para que los migrantes se autoempleen. O cualquier persona que lo requiera.
En Tijuana, la Casa del Migrante da asilo temporal a 50 haitianos, de los cuales 45 trabajan en la informalidad. El resto no tiene trabajo aún porque son recién llegados, según Gilberto Martínez, administrador del albergue.
Dice que nunca antes había escuchado sobre la aplicación en criollo haitiano.
En la Casa del Migrante vive como trabajador voluntario Sobner Meivellard, un migrante haitiano de 30 años de edad que junto a varios connacionales recorrió nueve países antes de llegar a México.
Entre estos Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y Nicaragua.
Cuenta que en alguno de esos puntos perdieron sus papeles. A Sobner, fue su familia en Haití la que le ayudó a recuperarlos. Tardaron un mes en llegar. Por ello trabaja en la informalidad como cocinero para un restaurante de la Zona Río.
Ahora que tiene un empleo, dice que es su turno ayudarle a sus familiares, enviándoles dinero cada vez que tiene oportunidad de ahorrar.
La comunidad de migrantes haitianos suele comunicarse a través de Whatsapp. En su mayoría cuentan con teléfonos inteligentes. Foto: Newsweek en Español Baja California.
Los envíos los hace a través de Western Union y MoneyGram, donde le cobran comisiones. Por eso dice que le gustaría aprender cómo funciona Bitcoin.
También ve favorables los financiamientos con esta moneda. Si decide quedarse en Tijuana, sueña con abrir su propio restaurante.
La tecnología no sería problema.
La Dra. Araceli Almaraz, investigadora del Colegio de la Frontera (El Colef), y coordinadora de un estudio sobre las características y necesidades de esta población, encontró que esta comunidad suele movilizarse a través de Whatsapp.
Y Sobner lo confirma. Dice que sus conocidos haitianos tienen smartphone y frecuentan aplicaciones populares, como Facebook y Twitter.
Pero Bitcoin le parece difícil de entender.
Aun con el monedero en francés y criollo haitiano, dice que necesitaría de alguien que domine estos idiomas y que explique a profundidad el tema.
La posibilidad de recibir servicios médicos a través de Bitnation también representa una ventaja para la comunidad haitiana.
Cuando es necesario, los migrantes haitianos se han atendido en el Hospital General de Tijuana (HGT).
La Dra. Almaraz descubrió que a pesar de que pueden atenderse en el HGT, no reciben atención de manera inmediata y siempre con recursos limitados.
Recientemente, el Instituto Médico del Seguro Social (IMSS) en alianza con el Instituto Nacional de Migración (INM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), crearon el mecanismo para permitir que posibles empleadores afilien a futuros trabajadores haitianos.
El jefe delegacional de Afiliación y Cobranza en el IMSS, José Alfredo Jiménez, dice que hay 126 migrantes haitianos en el programa.
La titular de la Secretaria de Trabajo y Previsión Social, Juana Laura Pérez Floriano, dice que esta incorporación les da derecho a todas las prestaciones que goza un trabajador regular.
Pero Gilberto Martínez, administrador del albergue, cuestiona esto ya que la visa humanitaria no genera Clave Única de Registro Público (CURP).
Jiménez dice que por esa razón se les generó un número de seguridad social. Lo siguiente es que estos migrantes consigan trabajo formal y se afilien.
Según la Dra. Almaraz, lo que estas comunidades necesitan es una mayor coordinación del gobierno.
En su investigación encontró que existen esfuerzos aislados, limitados y lentos. Por eso opina que el gobierno debe ser más ágil.
En cambio, Bitnation ofrece una sociedad menos burocrática, automatizada, donde resulte más fácil vivir y más cómodo, de acuerdo a Alexandro Colorado.
En otras partes del mundo como en China, hay cada vez más apertura por parte del gobierno, a las criptomonedas.
En diciembre de 2013, el Banco Popular de China (PBOC) legisló por primera vez en el contexto de Bitcoin. Prohibió que instituciones financieras manejaran esta divisa, pero permitió la compra y venta individual.
En febrero de este año, directivos del PBOC se reunieron con representantes de varias empresas de cambio de Bitcoin, para hablar sobre la moneda.
Hoy, ese mismo banco prepara su propia divisa digital, según un reporte de Bloomberg.
De hacerlo, se convertiría en uno de los primeros bancos centrales del mundo en emitir una moneda virtual.
Paralelamente, otros países como Canadá, Singapur y Alemania invierten recursos en el estudio de estas divisas.
El pasado marzo, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) consideró crear un fondo de inversión cotizado para Bitcoin, y aunque finalmente lo rechazó, es prueba de que existe un interés en evaluar a la moneda.
Mientras tanto, México no contempla Bitcoin en la ley, aunque esto podría cambiar pronto.
De acuerdo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Bitcoin podría convertirse en uno de los primeros activos digitales en ser autorizados por el Banco de México.
Esto a partir de la Ley de Tecnología Financiera (LTF), también conocida como Ley Fintech, a presentarse este mes en la Cámara de Diputados.
El Vicepresidente de Política Regulatoria de la CNBV, Carlos Orta, dice que el proyecto de Ley Fintech no regula a los Bitcoins, sino a las plataformas que ofrecen la compra y venta de criptomonedas, así como la opción de realizar transferencias, incluyendo remesas, y pagos a través de dichas plataformas.
Si la ley se aprueba, el Banco de México será quien definirá qué tipos de criptomonedas serán consideradas como “activos virtuales”.
Con esto se busca que el dinero digital en México sea operado a través de plataformas autorizadas y supervisadas por la CNBV.
Carlos Orta dice que regular a las plataformas de compraventa es una medida de protección para el usuario.
“Los riesgos de fraude se aminoran cuando el “vendedor” de los Bitcoins es una entidad autorizada, regulada y supervisada por las autoridades financieras”, explica.
Mientras la iniciativa de ley avanza, el futuro del bitcoin en México puede resumirse en una frase popular:
La moneda está en el aire.
“Viva”, la criptomoneda que evolucionó en la frontera.
Viva es un proyecto de la empresa Ledger Sciences que se fundó en Baja California con el nombre de Bitcoin42 en 2014.
La compañía inició operaciones con la inauguración de dos cajeros de Bitcoin que se instalaron en el Bitcenter de Tijuana.
Actualmente se encuentran, uno en la clínica de imagen, Imaxess, en la colonia Cacho de esa misma ciudad, y otro en Gary’s La Fonda Hotel & Restaurant, en Ensenada.
Aunque Bitcoin42 comenzó con los cajeros, su cambio de marca a Viva se realizó para extender su negocio a múltiples plataformas y servicios que en conjunto ofrecen lo que ellos denominan “un nuevo ecosistema económico” a partir de la tecnología Blockchain, el sistema de registro criptográfico detrás de Bitcoin.
Así, la empresa cuenta con su propia divisa, llamada Viva Coin, y un mercado virtual para la compraventa de criptomonedas llamado TradeQwik, disponible en su versión Beta.
Ofrecen también su propia cartera fría, funcional como plataforma para el envío de remesas. Y desarrollan un sistema para el manejo de contenidos en redes sociales con el que pretenden pagar a los usuarios por el número de interacciones que generen sus publicaciones.
Dawn Parker-Waites, publirrelacionista de Viva, cuenta que el proyecto no se detiene aquí. Este incluye un sitio donde usuarios podrán comprar y vender criptomonedas de persona a persona, sin un intermediario, además de ofrecer servicios de consulta, instalación, seguridad y almacenamiento para negocios interesados en adoptar el sistema de Blockchain.