En los últimos dos años, los Premios de la Academia han sido más blancos que Chris Christie en una nevasca. Este año, la falta de diversidad generó el hashtag #OscarsSoWhite, y algunas celebridades boicotearon el espectáculo. Ahora un estudio de la Universidad del Sur de California (USC), titulado “¿Inclusión o invisibilidad?”, confirma que la respuesta negativa no es mera exageración.
El estudio observó películas estrenadas en salas en 2014 y programas de televisión transmitidos de septiembre de 2014 a agosto de 2015. Los datos revelaron que la gente de color dirigió sólo 13 por ciento de los 414 filmes y programas de televisión estudiados, y que las mujeres dirigieron apenas 3.4 por ciento de las 109 películas que los importantes estudios estrenaron en 2014. De esas directoras, sólo dos eran negras: Ava DuVernay (Selma) y Amma Asante, la directora ghanesa-británica de Belle.
Las estadísticas para las minorías enfrente de las cámaras no son mucho mejores: sólo 28.3 por ciento de todos los personajes con parlamentos en los medios estudiados eran de grupos raciales y étnicos poco representados. En las palabras de los seis autores del estudio, Hollywood sigue siendo un club de niños blancos y heterosexuales.
El giro para el segundo acto aquí es que excluir a las minorías y las mujeres de la industria fílmica podría afectar su balance final. Un estudio de 2015 hecho por el Centro Ralph J. Bunche de Estudios Afroestadounidenses en la Universidad de California, campus Los Ángeles, observó 163 filmes estrenados en 2013. Las películas con un elenco de 21 a 30 por ciento de actores minoritarios recaudaron en promedio 143.3 millones de dólares en la taquilla, mientras que los filmes con elencos que tenían menos de 10 por ciento de actores minoritarios promediaron solo 53.2 millones de dólares.
El estudio de la USC sugiere que una manera de promover la diversidad en la pantalla sería que los estudios contraten más mujeres y minorías detrás de las cámaras. Los investigadores hallaron que las películas dirigidas por mujeres tenían 5.4 por ciento más personajes femeninos que aquellas dirigidas por hombres. De la misma manera, las películas hechas por directores de grupos minoritarios raciales y étnicos aumentaron el porcentaje de personajes minoritarios con parlamentos a 43.7 por ciento, por encima del 26.2 por ciento en películas de directores blancos.
Resuelvan esto y Hollywood podría abordar su alto porcentaje de refritos horribles.
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Fuente: USC, UCLA
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Publicado en cooperación con Newsweek /