Al entrar en vigor desde el miércoles 9 de julio la nueva ley que prohíbe animales en los circos en México morirán cerca de 200 coliseos, menos uno, que sobrevivirá debido a la longevidad de sus especímenes exóticos y antediluvianos. Decenas de carpas sostenidas por familias de abolengo circense, están subastando leones, camellos, elefantes, jirafas, caballos, tigres que le dieron vida al espectáculo durante décadas.Del universo de los circos, 201 están registrados en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pero hay otro, el Circo del Congreso de la Unión, que conserva patente de sobrevivencia por la gracia del Instituto Nacional Electoral (INE), circo que reanudará funciones, a partir del 1 de septiembre, en dos pistas, en San Lázaro y en El Caballito.
En el Circo de la Unión no habrá leones, tigres, camellos, elefantes o caballos, sino solamente borregos y camaleones, una cuadrilla de dinosaurios, además de trapecistas, malabaristas, saltimbanquis, maromeros, equilibristas, marionetas, titiriteros y, desde luego, payasos.
El Circo de la Unión tiene sobrada fama de presentar cada tres años en la pista de San Lázaro 500 borregos entre los cuales se mezclan grillos, cotorras, tucanes de adorno y uno que otro semoviente.
El anuncio sobre la desaparición de los populares circos generará el despido de 19 mil trabajadores y la pérdida de cuatro mil animales exóticos, domésticos y salvajes, los cuales son vendidos hasta en un costo 150 por ciento menor al real.
Encambio, el de la Unión será renovado con 70 por ciento de novatos maromeros y alambristas. De los 500 comediantes que brincarán a la escena de San Lázaro, casi 50 por ciento son mujeres, algunas veteranas en el arte de las maromas, el malabarismo y la trasmutación, empero aventajadas por los varones por su constante cambio de colores: verde, blanco y rojo; amarillo, negro, naranja, blanco y azul.
El 1 de septiembre la novedad en el espectáculo en las dos pistas del Circo de la Unión será la aparición de los titiriteros y sus marionetas, divididos por bloques de 20, 40, 60 hasta 150, previamente adiestradas para emitir el onomatopéyico sonido de los borregos.
El Padre de los Cronistas
El cronista del estado de Hidalgo, licenciado Juan Manuel Menes Llaguno, respondió, con creces, la pregunta que se hizo a sí mismo el cronista del centro histórico de la ciudad de Pachuca, arquitecto Luis Corrales Vivar-Cravioto: “Quiero saber quién tiene publicados libros y estudios sobre el Reloj y (el) Centro Histórico de Pachuca”.
En su acostumbrada y muy leída sección de crónicas y leyendas que se publica semanalmente, el maestro Menes Llaguno, autor de una veintena de libros y de cientos de publicaciones periodísticas, ofreció una magistral lección sobre la historia de la plaza Independencia de Pachuca.
Insertó pormenores de la antigüedad cuando la actual plaza era atravesada por las corrientes del río llamado actualmente de Las Avenidas; de su paulatina transformación hasta ser inaugurado el reloj Monumental el 15 de septiembre de 1910. Con excepción de la estupenda crónica que escribió Arturo Herrera Cabañas en el libro La Plaza Independencia de Pachuca (1992), auxiliado, entre otras personas, por la doctora Rocío Ruiz de la Barrera, la sucinta relación histórica leída este domingo, con la docta firma del maestro Menes, el señor arquitecto Luis Corrales Vivar-Cravioto despejará la incógnita que él mismo se planteó: sí, hay otros estudiosos que han escrito acerca del Reloj y del centro histórico de Pachuca.
Sin embargo, aún está por verse quién escribirá LA MADRE DE TODAS LAS CRÓNICAS. Así con mayúsculas.
La inocente polvorita / Anselmo Estrada Alburquerque