El presidente Enrique Peña Nieto anunció que en los primeros cinco meses de 2015 ha habido una baja del 27% en homicidios dolosos registrados en comparación con las cifras del 2012, año en que asumió la presidencia, esto en la XLIX Reunión Ordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Esto a pesar del cambio en la contabilidad de este delito, mismo que que previamente se dividía en homicidios relacionados con el crimen organizado y homicidios dolosos en general; a partir de un anuncio en agosto del 2013 del subsecretario de Normatividad de Medios de la SEGOB, Eduardo Sánchez Hernández, el conteo incluye todos los asesinatos que se cometen en el país. Sin embargo, las cifras se limitan a los casos denunciados y comprobados, sin contar las desapariciones de personas que posiblemente hayan sido víctimas de este mismo crimen.
De acuerdo con el artículo 302 del Código Penal Federal, comete el delito de homicidio el que priva de la vida a otro, y homicidio doloso es este mismo delito sustentado en la intención premeditada de causar la muerte de la víctima, según con un estudio elaborado en marzo 2012 por la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno Federal.
El mandatario comentó que la disminución no se limita al homicidio doloso, pues se presentó este mismo fenómeno en las cifras de extorsiones y secuestros, con 22.4% y 23.2%, respectivamente, todo con base en cifras de los primeros cinco meses de este año, comparadas con el mismo periodo de 2012.
Sin embargo, durante el primer año de mandato de Enrique Peña Nieto (2012) no se reportaron a las autoridades el 98.8% de los casi 105 mil secuestros en México, según cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La División de Desarrollo Social del Banco Interamericano de Desarrollo señala que a mayor presencia de determinados factores de riesgo y oportunidades, mayor es la probabilidad de ocurrencia de conductas violentas y homicidios en una sociedad, mencionan entre otros la desigualdad socioeconómica y educativa, el uso de alcohol y drogas y una temprana exposición a la violencia; la identificación de estos factores de riesgo, son avances que permiten actuar para disminuir los factores de riesgo de orden psicológico y evitar un posible crimen.