Tras
las descalificaciones de diversos funcionarios de la SRE luego de las
declaraciones emitidas por el relator especial de Naciones Unidas, Juan Méndez,
en las que asegura que México vive una “tortura generalizada”, el funcionario
de la ONU envió una carta al representante permanente de México ante ese
organismo, Jorge Lomónaco, en la que explica sus declaraciones y señala un
“ataque personal del gobierno en su contra.
Méndez
hace énfasis en que durante su larga trayectoria en los derechos humanos “nunca
había visto su ética cuestionada, hasta ahora”, luego de que la prensa mexicana
retomara los comentarios del subsecretario para Asuntos Multilaterales y
Derechos Humanos de la SER, Juan Manuel Gómez Robledo, mismas que fueron
apoyadas en su totalidad por el secretario José Antonio Meade, las cuales
considera “un ataque personal”.
En la
misiva, el relator de la ONU afirma que es “con mucho pesar que arriba a esa
conclusión (de la tortura generalizada), haciéndolo bajo el entendimiento de
que el gobierno de México buscaba una evaluación sincera de la situación, y no
para minimizarla o presentarla bajo la mejor luz posible”.
Continua
afirmando que “hubiera sido una falta de ética haber sucumbido a las presiones
recibidas para cambiar de parecer” en el momento que dio a conocer su
evaluación, y agrega que “cambiar de parecer al redactar el informe o incluso
ahora sería una falta grave”, cuando toda la evidencia que tiene a su
disposición solo ratifica su evaluación.
A
través de varios puntos, el Relator sobre la tortura en México argumenta el
proceso que lo llevó a las conclusiones emitidas en su evaluación que tanto
escozor causaron en los funcionarios del gobierno mexicano.
“Mi
evaluación sobre la naturaleza generalizada de la tortura en México se basa en
el hecho de que todas esas fuentes aducen circunstancias similares: la tortura
y los malos tratos ocurren en las primeras 24 a 48 horas de la detención y
generalmente terminan luego de que la persona es consignada”.
La
carta agrega que “los métodos analizados incluyen las amenazas, los insultos,
la destrucción de propiedad, pero también los golpes, usualmente con objetos
duros, la electrocución y el “wáter-boarding”.
El
documento completo se puede leer en esta liga:
El relator especial de Naciones Unidas sobre la Tortura reiteró en días anteriores en Ginebra su acusación de que “la tortura es una práctica generalizada hoy en México”.
“La expresión ‘tortura generalizada’ es la expresión correcta, no he cambiado de opinión”, declaró Juan Méndez durante una rueda de prensa en Ginebra, al margen del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.
El pasado mes de mayo, Méndez ya había empleado esta expresión en su informe preliminar sobre México. El gobierno mexicano había respondido a Méndez, pero sus explicaciones no convencieron al relator especial.
El gobierno mexicano reprocha a Méndez que solo se ha basado en una quincena de testimonios escritos que daban cuenta de torturas ocurridas durante una interpelación de las fuerzas del orden.
“El hecho de que no se puedan presentar centenares de casos no quiere decir que la tortura no esté generalizada”, declaró Méndez, que afirmó haber recibido numerosos testimonios, pero no necesariamente escritos, pues “es un proceso complicado”.
Méndez señaló además que había visitado unas quince prisiones en México y que había entrevistado a prisioneros.
Según él, estos mencionaron que sólo hubo torturas en el momento de su arresto, pero no en el recinto de la prisión.
“Existen casos de tortura en todos los niveles del Estado, a nivel federal, regional y local”, indicó, añadiendo que se trataría tanto de tortura “física como moral”.
El relator especial de la ONU reconoció, sin embargo, que el gobierno mexicano enfrenta “un desafío mayor, el de la lucha contra el crimen organizado”.
Informe no corresponde a la realidad: SRE
El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Juan Manuel Gómez Robledo, subrayó que el reporte de tortura sobre México no corresponde con la realidad e incide negativamente en la valoración que se haga en el extranjero y en lo nacional sobre la situación que al respecto se vive en el país.
El funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) subrayó que la diferencia es en la valoración que se hace sobre una presunta “práctica generalizada” de la tortura en México. Explicó que el adjetivo tiene un significado muy preciso en Derecho Internacional e implica que haya una política de Estado para violar los derechos humanos, en un contexto de comisión generalizada y sistemática de acciones de ese tipo contra la población civil.