El senado francés rechazó una ley que penalizaría a quienes pagan por sexo. A pesar de que la prostitución es ilegal en Francia, el solicitar y ofrecer sexo son permitidos.
La Asamblea Nacional voto hace 16 meses imponer una multa de 1,500 euros a los clientes de las prostitutas para que la criminalidad no sea solamente de las trabajadoras sexuales.
Ahora, la decisión del senado deberáde regresar a la asamblea.
Trabajadores sociales se han hecho escuchar a través de redes sociales y definen este voto como algo“inconcebible”, sin embargo senadores conservadores, como Joelle Garriaud-Maylam, dicen que el poder solicitar trabajadoras sexuales es algoútil para las autoridades,“para ayudar a estas mujeres, debemos de identificarlas”, dijo el senador después de la votación este lunes.
La iniciativa de trasladar la pena de las prostitutas a los clientes vino de una ley Suiza en la que especifica que el crimen ese país es comprar sexo, no venderlo. Quienes propusieron la iniciativa argumentan que este cambio podría ayudar a llegar a las redes de trafico de personas.
Francia tiene un estimado de 30,000 trabajadoras sexuales y según el ministro de interiores la mayoría son extranjeras: vienen de Europa,África, China y América del Sur.