La tecnología usable en su cabeza podría curar su estrés, y permitirle apagar las luces con su mente.
No importa con cuánta belleza se construya este enunciado, hay buenas probabilidades de que para cuando este se haya terminado, su mente se haya distraído en otra cosa. Tal vez usted levantó la vista de la página y miró por la ventana, o posiblemente hizo clic en una pestaña nueva del navegador. O quizá simplemente empezó a pensar en lo que hay para cenar.
“Estamos tan habituados a la estimulación que hemos empezado a requerirla”, dice Ariel Garten, una “neuro-consultora” practicante (según su perfil de Linkedln) y fundadora y directora ejecutiva de InteraXon, una compañía canadiense de tecnología de ondas cerebrales. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard descubrió que la gente pasa 47 por ciento de sus horas de vigilia pensando en algo diferente a lo que está haciendo. Peor aún, esto los hace infelices, llevándolos a padecer estrés y ansiedad que pueden crear o exacerbar enfermedades serias. Esa es una de las razones por las que Garten, junto con su equipo, ha desarrollado Muse, la “diadema detectora del cerebro”.
Muse es un producto bien diseñado, más del tipo tienda Apple que CVS, una elegante banda de plástico con siete sensores de electroencefalografía (EEG) incrustados que monitorean su actividad cerebral. El dispositivo puede enviar información en tiempo real a cualquier dispositivo compatible mediante Bluetooth. Por ahora, Muse se promociona junto con la aplicación Calm de InteraXon para iPhone y Android, la cual está diseñada para ayudarle a aprender, esencialmente, a meditar para eliminar el estrés de su vida cotidiana. La aplicación le enseña cómo hacer que su cerebro pase del estado activo al descanso.
La EEG no es nueva. Por casi medio siglo, se la ha usado en los consultorios médicos y laboratorios para medir las diminutas señales eléctricas, llamadas impulsos, que las neuronas usan para comunicarse. Se ha convertido en una herramienta estándar para ayudar en el diagnóstico y monitorear condiciones que van desde tumores hasta lesiones traumáticas cerebrales, la demencia y el Alzheimer. También se la ha usado por muchos años como herramienta terapéutica, ayudando a los pacientes a aprender cómo monitorear y controlar sus respuestas emocionales a estímulos estresantes. Pruebas más recientes han estudiado cómo usar la retroalimentación neurológica de la EEG para tratar la epilepsia, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad y el Parkinson, dice el Dr. David Linden, un profesor de neurociencia traslacional y experto en retroalimentación neurológica de la Universidad Cardiff en Gales.
Garten dice que ella y su equipo han desarrollado Muse en sociedad con médicos clínicos, que van desde terapistas trabajando en prácticas privadas hasta médicos trabajando con pacientes con cáncer para ayudar a reducir el estrés asociado con el tratamiento. Pero el dispositivo no ha sido aprobado totalmente por la comunidad médica, ni se han publicado estudios revisados por pares. Linden dice que un dispositivo EEG para el consumidor todavía está un poco lejano, dado el entendimiento actual de la retroalimentación neurológica.
Sin embargo, según Garten, las pruebas clínicas usando Muse ya han empezado en Harvard, y hay planes de mucha más investigación en universidades e institutos. Por ejemplo, el Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE UU planea poner a prueba la eficacia del producto para manejar los síntomas del síndrome de estrés postraumático.
En cualquier caso, la meta real, al parecer, es que Muse se una al listado creciente de dispositivos usables todos los días y todo el día, para tomar su lugar junto al Fitbit y el Google Glass. “Este es el primer dispositivo de EEG que es en verdad un producto para el consumidor, que está diseñado para facilitar su uso, y viene con una aplicación que es realmente significativa”, dice Garten. Muse no es barata —US$299— pero todavía cuesta menos que otras diademas EEG.
Además de la aplicación Calm reductora de estrés, Garten espera que una serie de aplicaciones desarrolladas de forma independiente sigan al lanzamiento oficial del producto este verano, que irían desde herramientas más terapéuticas hasta la integración del control mental. InteraXon ya ha mostrado en público un barril de cerveza que se ha diseñado para, al trabajar con la diadema Muse, permitirle servirse una bien fría. ¿Qué sigue? Garten dice que “en el laboratorio, hemos trabajado con tostadores controlados mentalmente”.