México se encuentra en una coyuntura excepcional para que sus industrias sean altamente competitivas.
Con la reforma energética los inversionistas y empresarios tendrán que superar diferentes desafíos para trabajar en conjunto en este nuevo escenario, para participar en función de la experiencia, innovación y competitividad de cada uno. En este sentido, es fundamental la rápida adaptación y experiencia para lograr una exitosa colaboración en las licitaciones que se darán en el futuro.
Algunas de las complejidades más relevantes a las que pueden enfrentarse los inversionistas son las siguientes: impacto en la información financiera y flujos de efectivo, dependiendo del tipo de contrato que establezca el gobierno federal para cada proyecto; los impactos derivados del nuevo régimen fiscal; el cumplimiento de requisitos contractuales y obligación de reportar información operativa y financiera; el acatamiento de leyes y regulaciones, incluidas las correspondientes a la sustentabilidad y la ecología; y el reto de lograr una eficiente y oportuna administración y conclusión de proyectos de inversión.
Y es que, en los últimos dos sexenios, las empresas trasnacionales que trabajaron por cuenta de Petróleos Mexicanos (Pemex) ejecutaron contratos por 200 000 millones de dólares en proyectos para extraer crudo, y la promesa es que con la reforma energética se multiplicarán sus ganancias hasta en cinco veces.
De acuerdo con la propia reforma energética, se estima que en México más del 50 por ciento de los recursos prospectivos del país se localizan en la cuenca del golfo de México profundo, lo que equivale a un potencial adicional para recuperar 29 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, volumen de hidrocarburos superior a la reserva original total de Cantarell (la cual anteriormente se señalaba como la mayor reserva mexicana).
Además, la iniciativa, documento base para la reforma energética, cita a fuentes de la Agencia Internacional de Energía que afirman que México cuenta con la tercera reserva más grande en el mundo de gas de lutitas que aún no se han explotado, con aproximadamente 600 billones de pies cúbicos.
Se establecen cuatro modelos contractuales básicos para la exploración y la extracción de hidrocarburos: de servicios (con pagos en efectivo); de utilidad compartida (con pagos hechos con un porcentaje de la utilidad aún no establecido formalmente); de extracción compartida (con pagos hechos con un porcentaje de la extracción), y licencias (con pagos hechos por medio de la transmisión onerosa de los hidrocarburos, una vez que han sido extraídos del subsuelo).
Pemex se mantiene como el quinto productor mundial de petróleo, es también el quinto exportador y las reservas mexicanas se ubican en el decimotercer lugar mundial; los costos de extracción son los más bajos: 6.84 dólares por barril frente a 7.55 de Statoil, 9.55 de Exxon o 13.62 de Petrobras.
Un cambio muy llamativo es que Pemex tendrá la facultad para concluir proyectos de exploración vigentes, dentro de los próximos tres años, prorrogables dos años más. Si son exitosos, la paraestatal podría continuar con las actividades de extracción, de lo contrario, los proyectos serán eliminados o reasignados. Si en el proceso de adjudicación de asignaciones las inversiones de Pemex se vieran afectadas, estas serán reconocidas en su justo valor económico en los términos que disponga la Sener.
El resto de procedimientos de la industria petrolera: transporte, almacenamiento, distribución y refinación de hidrocarburos, así como la petroquímica, quedarán fuera de las actividades estratégicas estatales y, en consecuencia, podrán ser llevadas a cabo por el sector privado, en los términos que establezca la ley reglamentaria. Y es aquí donde entran nuevas y mayores oportunidades para las empresas, tanto nacionales como extranjeras.
Como ejemplo, la empresa IEnova, que se encarga de la creación de electricidad con una termoeléctrica alimentada con gas natural, así como un parque eólico en desarrollo, además de la transportación, almacenamiento y distribución de gas, confía en que esta reforma “promoverá la productividad del país y modernizará al sector energético. Creemos que los segmentos de gas natural y electricidad, que actualmente conforman nuestro portafolio, serán igualmente beneficiados, pues habrá una gran cantidad de nuevas oportunidades de inversión. Parte importante para que se generen dichos beneficios será la discusión de las leyes secundarias que materializarán estos cambios constitucionales”.
Tania Ortiz Mena, vicepresidente de Asuntos Externos y Desarrollo de Negocios de la empresa, comparte con Newsweek en Español que considera que “México se encuentra en una coyuntura excepcional para que sus industrias sean altamente competitivas: finanzas públicas sólidas, economía altamente globalizada y con amplio acceso a mercados de capitales locales e internacionales. Además, nos encontramos en la región con los menores precios de gas natural a nivel internacional”.
IEnova es una empresa de Sempra Energy, que desarrolla, construye y opera infraestructura de energía en México desde 1997. Con más de 400 empleados y 2400 millones de dólares invertidos, está convencida de que esta apertura favorecerá la creación de más empleos en el país al abrir nuevos espacios de inversión.
“IEnova está en una posición ideal para capturar las nuevas oportunidades de inversión que surjan con la reforma energética. Estaremos atentos al desarrollo de la misma y evaluaremos las distintas oportunidades, garantizando siempre que las nuevas inversiones se apeguen al plan de crecimiento que la empresa ha desarrollado para el mediano y largo plazo”.
Y es que, para varias empresas, el marco de trabajo de cómo estaba funcionando Pemex no era del todo funcional para promover la competitividad, para IEnova “La reforma energética contribuirá de manera importante a dar el siguiente paso y desarrollar la infraestructura —actualmente deficitaria— necesaria para garantizar el abasto de gas natural y otros energéticos”.
Respecto a los riesgos y oportunidades, esta empresa señala: “El sector energético mexicano se encuentra ante una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo. Consideramos que con una adecuada implementación, la reforma energética significará un cambio estructural en los distintos segmentos del sector energético que ahora están abiertos a inversión privada, así como un desarrollo acelerado de aquellos que ya estaban abiertos a participación privada. Creemos que la reforma energética ha sido un paso importante para que México pueda enfrentar los retos propios de la industria. Confiamos en que las decisiones legislativas en materia de leyes secundarias y el proceso de implementación de la reforma llevarán a la exitosa materialización de los objetivos de la letra constitucional”.
IEnova fue la primera empresa en ganar una licitación para la distribución de gas natural en México y construir el primer gasoducto para el transporte de gas natural, en Baja California, por lo que opina que la reforma constitucional en materia energética “fue mucho más lejos de lo que cualquiera hubiera esperado, y definitivamente fue un gran paso en la dirección correcta. Habrá que esperar un tiempo para diagnosticar si algo le faltó o si constituyó un ejercicio óptimo para la industria mexicana”.
Y es que el constante desarrollo e innovación en sistemas de extracción, transportación y aplicación de gas y petróleo exigen que se puedan traer “las tecnologías más avanzadas a nivel mundial para su utilización en los distintos segmentos de la cadena de valor del sector energético. Ejemplos de esto son nuestros activos, los cuales han sido construidos con la más alta tecnología aplicable”, señala Ortiz Mena.
“IEnova tiene un compromiso de largo plazo con México. Continuaremos evaluando con interés todas las oportunidades de inversión en el sector energético del país, contribuyendo así a construir una industria madura y de la más alta calidad, que promueva la competitividad y que sea motor de crecimiento y desarrollo”, externa.
De igual forma, para esta empresa “es de fundamental importancia que la reducción de costos de la energía se haya planteado como uno de los principales objetivos de largo plazo de la reforma. Al final del día, ese podrá ser uno de los más importantes beneficios para la sociedad mexicana y sus industrias”, concluye.
Sin duda es un momento en donde México puede mover sus piezas y acceder al juego comercial mundial de los recursos energéticos y ser un serio competidor, eso es lo que los empresarios nacionales esperan, al igual que todos, y solo se desea que se sepa jugar inteligentemente.