El último viaje del papa Francisco terminó el sábado después de una misa funeral en varias lenguas en la plaza vaticana de San Pedro, desde donde partió su féretro hasta la basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma para recibir sepultura.
La misa funeral del Papa Francisco se celebró esta mañana en la Ciudad del Vaticano, tras su fallecimiento el lunes a los 88 años.
El Vaticano dice que unas 250.000 personas acudieron a rendir homenaje al Papa Francisco en los últimos tres días, previo a la misa funeral que comenzó a las 10 a.m. hora local, es decir, las 2 a.m. hora de El Salvador.
Alrededor de 150.000 personas se reunieron en las calles de Roma mientras el ataúd del Papa Francisco era trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, según las autoridades locales, informó The New York Times .
La Santa Sede compartió el sábado la estimación de la multitud, subrayando la participación masiva de dolientes que querían presentar sus últimos respetos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el de Ucrania, Volódimir Zelenski y el gobernante francés Emmanuel Macron, entre otros líderes, asistieron a la ceremonia.
Decenas de presidentes, monarcas y primeros ministros también viajaron a Italia para despedir a Francisco, entre ellos el argentino Javier Milei, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
El féretro del papa Francisco llegó a bordo del papamóvil a su última morada, la basílica de Santa María la Mayor de Roma, donde el primer pontífice latinoamericano fue inhumado este sábado tras varios días de multitudinario adiós.
Su entierro, el primero de un papa fuera de los muros del Vaticano desde León XIII en 1903, pone fin a 12 años de un pontificado marcado por la defensa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social.
El todoterreno blanco parcialmente descapotable recorrió primero las calles de la Ciudad Eterna, pasando frente a lugares emblemáticos como el Coliseo y los Foros Imperiales donde miles de personas contemplaron el paso del cortejo fúnebre.
«Soy católico, pero no practicante, y por primera vez me sentí representado por el papa Francisco, más allá de ser argentino, por todo lo que hizo», aseguró a la AFP Diego Borigen, un informático argentino de 33 años de vacaciones en Roma.
El cardenal decano Giovanni Battista Re destacó sus «innumerables» esfuerzos en defensa de migrantes y refugiados, del Mediterráneo a México.

«Fue un papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos» y prestó «especial atención» a «los últimos de la tierra, los marginados», subrayó durante la homilía.
Semanas antes de morir, el jesuita argentino criticó con dureza la política estadounidense de expulsar migrantes. Esto no impidió que Trump alabara a un hombre «fantástico» que «amaba el mundo».
Otra de las luchas del «santo padre», que el cardenal decano recordó, también resonó con fuerza en la plaza, cuando Estados Unidos intenta lograr un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, en guerra desde febrero de 2022.
«El papa Francisco elevó incesantemente su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar soluciones posibles» a las guerras, subrayó el purpurado, entre aplausos del público.
El líder de 1.400 millones de católicos en el mundo falleció el 21 de abril a los 88 años por un ictus, casi un mes después de salir de una larga hospitalización por una neumonía bilateral.
Pese a la diferencia horaria, se organizaron veladas para seguir el funeral desde su Argentina natal, a la que nunca regresó como papa.
Santa María la Mayor, la última morada del papa, quedará a 11.000 km de su barrio natal de Flores.
Para su traslado, el gobierno italiano impuso una zona de exclusión aérea sobre Roma y desplegó unidades antidrones, francotiradores en los tejados y varios aviones de combate listos para despegar.
Pese a este despliegue, su tumba será fiel a la imagen de sencillez que se labró: de mármol procedente de la zona del norte de Italia de donde era originaria su familia y con «Franciscus» como única inscripción.
El adiós a Francisco dará paso a la elección de su sucesor. El cónclave para escogerlo debe convocarse entre 15 y 20 días después de su muerte, aunque los cardenales podrían hacerlo antes en una fecha aún por definir.