El Super Bowl es este domingo, y nunca antes el evento deportivo más grande del año se ha dado en un momento de semejante agitación política. Desde su investidura el 20 de enero, Donald Trump ha estirado las convenciones políticas de la nación hasta sus límites, más recientemente en la forma de una controvertida prohibición a la inmigración de siete países predominantemente musulmanes. No hay un escenario más grande para protestar que el Super Bowl, y muchos se han preguntado cómo la política podría meterse en la transmisión. ¿Los jugadores se arrodillarán durante el himno nacional, como lo hizo Colin Kaepernick durante la pretemporada? ¿Lady Gaga retará a Trump durante su actuación del medio tiempo? Los comerciales del Super Bowl a menudo son de actualidad. ¿Un anunciante se atreverá a llamar la atención sobre un asunto divisor?
Budweiser acaba de hacer eso en un comercial para el Super Bowl estrenado la mañana del martes, aun cuando podría haber sido un accidente. El comercial de un minuto de duración, titulado “Nacido de la Manera Dura”, cuenta la historia del viaje de Adolphus Busch desde Alemania hasta San Luis, donde conoció a Eberhard Anheuser. Por supuesto, el dúo llegaría a fundar Anheuser-Busch, la cual elabora la Budweiser.
El comercial enfatiza la experiencia de Busch como inmigrante, retratando los prejuicios que soportó tras llegar por primera vez a EE UU. “¡No te queremos aquí!”, le grita un hombre mientras Busch camina por la calle después de desembarcar y recibir sus papeles. “¡Regrésate a casa!”, le dice otro, empujándolo con el hombro.
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Sin embargo, Budweiser ha negado cualquier motivación política. “Nuestro enfoque esta semana es en nuestros anuncios del Super Bowl y nuestras marcas”, dijo el vicepresidente de mercadotecnia Marcel Marcondes en una declaración dada aNewsweek. “Creamos el comercial de Budweiser para enfatizar la ambición de nuestro fundador, Adolphus Busch, y su búsqueda incesante del sueño americano. Esta es una historia sobre nuestra herencia y el compromiso inflexible que destinamos a elaborar nuestra cerveza. Es una idea que hemos desarrollado con nuestra agencia creativa por casi un año”.
Sin importar la intención, dados los eventos de la semana pasada, es imposible no ver el comercial a través de un lente político, y muchos espectadores están seguros de interpretar el anuncio como una reprimenda sutil a la retórica (y ahora acción) antiinmigratoria de Trump.Adweek calcula que el comercial costó alrededor de $3 millones de dólares para producirlo además de los aproximadamente $10 millones de dólares que cuestan 60 segundos de transmisión. Al considerar la actualidad inesperada de su historia, Budweiser tiene que estar contenta con su inversión.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek