La transformación digital debe considerarse una herramienta para mejorar la productividad y procesos de las empresas y, sobre todo, optimizar sus resultados y utilidades, manifiesta Carlos Barrera, fundador y CEO de 7th Adviser, una empresa mexicana que está celebrando una década de vida.
Barrera es egresado de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad del Valle de México y tiene 30 años de experiencia en las tecnologías de la información y las comunicaciones. Considera que el panorama de la industria de la tecnología en México es muy favorable y con muchas oportunidades a la vista:
“Pero también es un panorama muy competido, por eso en 7th Adviser, hoy por hoy, además de que tenemos ciertas marcas específicas con las que de alguna manera estamos certificados, somos un consultor al que se le mira de manera diferente por su experiencia, conocimientos y procesos para llevar a cabo buenos planes de trabajo y de crecimiento en la transformación digital de las empresas”.
La empresa 7th Adviser atiende los sectores de gobierno, financiero, corporativo y de transformación con tecnologías digitales en cinco grandes verticales: estrategia y transformación digital, implementación de plataformas de sistemas, instalación de infraestructura tecnológica, inteligencia de negocios y ciberseguridad.
En ese sentido, Efrén Ramírez, socio y director general de la compañía, acota que 7th Adviser es un asociado para las empresas que las puede guiar en la aplicación de soluciones digitales: “Nos gusta que nos vean como alguien en quien pueden confiar y que desde la perspectiva de negocio digan: aquí me pueden ayudar a tener una mejor rentabilidad en todos los aspectos de la tecnología digital: infraestructura, sistemas, información, plataformas de sistemas, procesos, eficiencia de procesos”.
7TH ADVISER: DIEZ AÑOS
Una de las novedades anunciadas por 7th Adviser durante la celebración de su décimo aniversario fue la firma de una gran alianza comercial con Jamf, empresa especializada en ofrecer soluciones para la administración de dispositivos, identidad de usuarios y protección de teléfonos, tabletas y computadoras.
“Son los primeros diez años de 7th Adviser y llegamos con mucha ilusión, con muchas ganas”, añade Carlos Barrera. “Ya tenemos mucha experiencia en el sector a nivel empresarial con diferentes compañías y llegamos muy sólidos y con una mentalidad de servicio, de consultoría en alta dirección a las empresas: micro, pymes, grandes corporativos”.
Lo que debe pensar una empresa cuando se habla de 7th Adviser es en “experiencia, consultoría, profesionalismo, seguridad, servicio y, sobre todo, en que al final de cuentas vamos a entender a nivel dirección, a nivel empresarial, sus necesidades para trazar un mejor camino en el área de transformación digital y obtener mejores resultados”, agrega.
En tanto, Efrén Ramírez añade que en esta década se ha visto que el valor que la tecnología puede generar en las áreas de negocios y clientes está en los servicios y no tanto en el hardware: “El mérito se halla en cómo utilizar ese hardware. Es un tema de valor, administración y operación el usarlo a nivel de sistemas, procesos e información de tal forma que esa data genere utilidad a la empresa para guiarse. Una empresa opera, pasa información, gestiona esa información, tiene una estrategia y se dirige basada en esa información”.
“LO QUE NO SE MIDE NO SE MEJORA”
De frente al futuro, Carlos Barrera opina que el reto “sin duda es la continuidad, el crecimiento y el asegurarnos de que nuestros colaboradores y clientes se sientan seguros de la compañía donde trabajan y de la compañía donde se están asesorando”.
En ese sentido, “¿el mercado cómo lo vemos? A nivel empresarial, los empresarios estamos acostumbrados a diferentes crisis, diferentes circunstancias, y más en el sector de la tecnología. Si bien nos pega de alguna manera hasta el tipo de cambio, finalmente hay que ser versátiles, inteligentes, hay que ser arriesgados, con inteligencia, con sabiduría y, sobre todo, con la estrategia para poder acomodarnos a los cambios que van llegando”.
“Lo que no se mide no se mejora”, concluye por su parte Efrén Ramírez. “Si hoy no sé cuánto contribuye la tecnología a mi negocio no puedo explotarlo. Entonces tengo que conocer cómo contribuye, dónde están los puntos fuertes, los puntos débiles de la tecnología. Lamentablemente no tenemos la cultura de ver la tecnología como una herramienta, como una línea de negocio dentro de mi empresa que tiene que ser segura, productiva y rentable.
“Y la idea es hacerlo así: si hay un estado de resultados para cada línea de negocio debe haber un estado de resultados para la tecnología, pues tengo que saber cuáles son los puntos fuertes y los débiles de la tecnología dentro de mi empresa para tomar mejores decisiones”. N