En un país donde las autopistas y calles siguen construyéndose con métodos del siglo pasado, una nueva visión está tomando forma desde el terreno mismo. , Chief Operating Officer de Ecoasfaltos, ha emergido como una figura clave en el rediseño de la infraestructura vial en México. No a través de discursos, sino con una propuesta concreta: eco asfalto de aplicación en frío, sostenible, eficiente y probado en condiciones donde otros sistemas simplemente no funcionan.
Desde comunidades rurales hasta accesos en zonas marginadas, la tecnología impulsada por Trachtman demuestra que el cambio es posible sin sacrificar rendimiento ni aumentar costos. Su mezcla asfáltica, desarrollada con un enfoque ecológico, puede almacenarse por largos periodos, transportarse fácilmente y aplicarse sin maquinaria pesada ni procesos contaminantes. El resultado: caminos funcionales, seguros y responsables con el medio ambiente.
“El verdadero liderazgo se demuestra cuando todo va mal y el sistema sigue funcionando”, dice Trachtman. Esa premisa ha guiado su trabajo y el de su equipo, quienes han optado por enfocarse en resolver problemas reales antes que participar en megaproyectos mediáticos. Mientras las grandes licitaciones se concentran en zonas urbanas, Ecoasfaltos ha logrado penetrar en regiones históricamente desatendidas, mejorando la conectividad y abriendo oportunidades con cada kilómetro construido.
Lo que distingue su propuesta no es solo la tecnología, sino la filosofía: no construir por construir, sino edificar alianzas sostenibles. Gobiernos locales, desarrolladores y operadores encuentran en Mauricio no un proveedor, sino un aliado estratégico que entiende los retos del territorio y responde con soluciones adaptables y duraderas.
En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de sus decisiones, la pavimentación no puede quedar fuera del debate. El modelo que propone Ecoasfaltos abre la puerta a una nueva era, donde infraestructura y ecología no están en bandos opuestos, sino que pueden avanzar de la mano.
Mauricio Trachtman no se autodenomina pionero, pero sus resultados hablan por él. Desde el silencio operativo, su visión está ayudando a definir cómo se verán —y se construirán— los caminos del futuro en México.
Y quizás lo más importante: lo está haciendo sin contaminar el camino.