Las pinceladas del gran pintor impresionista Claude Monet llegan a México a través de una exposición titulada “Luces del Impresionismo”. La inauguración será el próximo 26 de abril en el Museo Nacional del Arte (Munal).
La muestra presentará tres óleos del artista francés, dos de ellos nunca antes vistos en México, en diálogo con obras del acervo del Museo, y estará disponible hasta el 27 de agosto de 2023. De acuerdo con una tarjeta informativa, la entrada será gratuita el primer día, y los siguientes días el precio del boleto para los asistentes será de 85 pesos.
El año pasado, en la capital del país se pudo apreciar la exposición Monet & Friends; sin embargo, fue una presentación de arte digital que combinó la obra de Monet y sus contemporáneos. La muestra rindió homenaje a Claude Monet y los pintores Impresionistas, explorando no solo las pinturas en sí, sino la historia del movimiento impresionista dentro del marco social y político de la época.
CLAUDE MONET, LÍDER INDISCUTIBLE DE LOS IMPRESIONISTAS
Claude Monet, líder indiscutible de los impresionistas, nació en París, el 14 de noviembre de 1840 y falleció el 5 de diciembre de 1926. Pasó su infancia en la localidad francesa de El Havre, donde comenzó a pintar paisajes de la costa normanda junto a Eugène Boudin y Johann Jongkind. Tras un breve periodo de aprendizaje en la Académie Suisse de París, se dedicó a la pintura al aire libre de forma autodidacta, intentando estudiar los efectos de la luz y el tiempo sobre la naturaleza.
Fueron él y Auguste Renoir quienes primero utilizaron la pincelada suelta propia del impresionismo. Su obra, Impresión, amanecer (París, Musée Marmottan Monet) presentada en la Primera Exposición Impresionista de 1874, sería la que daría nombre a este estilo.
CLAUDE Y LOS NENÚFARES
En 1883, se recluyó en Giverny, al noroeste de París, junto a Alice Hoschedé (mujer del coleccionista de arte impresionista, Ernest Hoschedé que, tras la muerte de éste en 1891, se convertiría en su esposa) y los hijos de ambos, donde juntos pasaron el resto de su vida. Desde allí realizó viajes a Normandía, la costa mediterránea, Inglaterra, Noruega o Italia.
En su nuevo hogar en Giverny comenzó su dedicación a la jardinería. Según iba ampliando su jardín, este se fue convirtiendo en tema central de sus pinturas. Así surgió la serie de las Nympheas, en la que repitió sistemáticamente el motivo de su estanque de nenúfares. En esos años, sus pinceladas se hicieron todavía más sueltas y libres, acercándose a la pintura abstracta, explica el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. N