Después de una larga jornada de actividades, estrés, fiestas o deberes cada individuo necesita reposar largar horas para continuar al día siguiente. Sin embargo, en México las alteraciones del dormir aumentaron su prevalencia de casi 19 por ciento en 2016 a 50 por ciento en 2022, de acuerdo con el psicólogo e investigador adscrito a la Clínica de Trastornos del Sueño (CTS) de la Facultad de Medicina de la UNAM, Ulises Jiménez Correa.
Información de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) refiere que una buena noche de descanso consiste en 4 a 5 ciclos de sueño. Cada uno incluye periodos de sueño profundo y movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño desincronizado.
Si bien las necesidades personales son distintas, en promedio, un adulto debería dormir entre 7 y 8 horas; mientras que los bebés duermen 16 hora diarias aproximadamente.
“Dormir no es una pérdida de tiempo. Es tan importante que ayuda a contar con un mejor sistema inmune y prevenir las principales causas de muerte que hoy se identifican con diabetes, hipertensión, evento cerebrovascular y algunos tipos de cáncer”, comentó Jiménez Correa para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un artículo de la máxima casa de estudios, Ulises Jiménez explicó que las alteraciones del dormir consisten en insomnio y también en situaciones como el trastorno circadiano con la fase atrasada del sueño. Este diagnóstico lo presentan más de 50 por ciento de los adolescentes.
“Todos estamos en riesgo de dormir mal por diferentes factores propios a cada grupo de edad. Los niños y jóvenes por el sobreuso de dispositivos electrónicos, uno de los principales factores que les atrasan la fase de sueño y les ocasiona dormir más superficial y disminuir el sueño profundo. En cuanto a adultos en edad productiva, ahora que volvimos a la presencialidad se retomó la alta prevalencia de lo que llamamos síndrome de sueño insuficiente”, refiere el texto.
LA SALUD MENTAL PODRÍA AFECTARNOS A LA HORA DE DORMIR
Si se retoma el insomnio, según cifras oficiales, al menos 17 por ciento de los mexicanos padecen este trastorno del sueño. Se estima que en algún momento de la vida toda la población adulta sufrirá ese problema de salud, ya sea de manera temporal o crónica. Para el especialista Jiménez Correa, la salud mental tiene una dirección bidireccional con el tiempo y la calidad de sueño.
“Al tener altas prevalencias de mala calidad del sueño, al día siguiente vamos a tener altas prevalencias de los síntomas diurnos asociados que son la somnolencia y el cansancio. Y si durante el día estamos ansiosos, estamos deprimidos, nuevamente en la noche vamos a dormir mal, este círculo disfuncional es parte de la realidad de muchos de nosotros”, dijo.
Algunas recomendaciones para un descanso placentero son:
- Dormir en un ambiente oscuro, tranquilo y cómodo.
- Hacer ejercicio diariamente.
- Limitar el uso de aparatos electrónicos antes de dormir.
- Antes de acostarse puede tomar un baño caliente o leer un libro.
- Evitar el alcohol y los estimulantes como cafeína. N