La ONU ha recibido 124 alegaciones de violencia sexual durante la guerra en Ucrania y advierte que puede ser solo “la punta del iceberg”. Añade que la crisis humanitaria se está convirtiendo en una “crisis de trata de personas”.
“Cuando el conflicto pasa la marca de los cien días, nos enfrentamos cada vez más a alegaciones de violencia sexual”, dijo Pramila Patten, enviada especial de la ONU sobre violencia en conflictos.
Al menos 97 de las 124 víctimas son mujeres y niñas. A partir de la experiencia en conflictos en todo el mundo, la enviada de la ONU dijo que los datos disponibles “sólo representan la punta del iceberg”.
Además, el riesgo de trata es “alarmante”. Preocupa la falta de verificación de las ofertas de alojamiento y transporte para refugiados. La limitada capacidad de los servicios de protección para hacer frente a la velocidad y el volumen de los desplazamientos y la multiplicidad de voluntarios. Con poca o ninguna formación o experiencia.
Patten dijo que es fundamental crear sistemas de protección eficaces en todos los países de tránsito y destino, y en todos los pasos fronterizos.
OPTIMISMO DE QUE LA GUERRA EN UCRANIA TERMINE
“Esto es urgente porque creo que la crisis humanitaria se está transformando en una crisis de trata de personas”, sostuvo ante el Consejo de Seguridad.
Tras el ataque de Rusia a Ucrania el pasado 24 de febrero, el Secretario General António Guterres nombró un día más tarde a Amin Awad como Coordinador de de la ONU para la Crisis en Ucrania.
Cuando se cumplen cien días de la invasión, Noticias ONU habló con Awad quien explicó: “Hay optimismo de que la guerra termine. Ni Ucrania ni Rusia pueden permitírselo. Ucrania está perdiendo vidas, sufriendo la destrucción de hospitales, escuelas, casas, estaciones de tren y vías, y el sector del transporte. Y las sanciones a Rusia son duras.
“Ucrania cubre entre el 15 por ciento y el 20 por ciento de las necesidades alimentarias del mundo. Estos alimentos están bloqueados, y se acerca otra temporada de cosecha. Tenemos una interrupción de los canales de distribución de alimentos y de las cadenas de suministro”.
Añadió también que existe la sensación es de desesperación. Hay casi ocho millones de desplazados internos y otros seis millones en el extranjero. Unos 15 millones no abandonaron sus hogares, pero se han visto afectados por la pérdida de sus medios de vida. Además, han perdido el acceso a servicios como la educación y la sanidad, entre otros. Millones de niños no van a la escuela. N