El despacho de abogados se caracteriza por su compromiso
con la ética, el medioambiente, la filantropía y la inclusión.
FUNDADO en 1975, Jáuregui y Del Valle, S. C. es uno de los despachos de abogados más reconocidos de México. A menos de un lustro de cumplir 50 años de funcionamiento, la firma ofrece servicios integrales y ha participado en algunas de las operaciones legales de mayor perfil en el país, ya sea estructurando operaciones complejas para proyectos de inversión en México o participando en la colocación de créditos multimillonarios para actividades productivas.
Asimismo, el despacho ha brindado asesoría legal al sector público en la privatización de empresas y servicios, incluyendo los dos primeros proyectos de asociación pública-privada en México.
Parte de la filosofía de la firma es prestar servicios legales con los más altos principios éticos, así como ser socialmente responsable en temas medioambientales, filantrópicos y de inclusión, razón por la cual ha recibido, durante 15 años, el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
De acuerdo con Luis Gerardo Del Valle Torres, socio y director del despacho, Jáuregui y Del Valle se distingue por ser una firma que ha sobresalido no solo por su innovador enfoque y conocimiento en materia legal, sino también por su compromiso con la responsabilidad social empresarial (RSE) desde hace más de 40 años.
“A lo largo de la historia de nuestra firma, las estrategias de RSE han ido evolucionando y cubriendo cada vez más aspectos que no solamente implican el trabajo pro bono”, explica el abogado. “Los principios que hacen a Jáuregui y Del Valle una ESR son un sólido cumplimiento interno en cuanto a ética empresarial; la gestión de actividades de responsabilidad social fuera y dentro de la comunidad; la calidad de vida en la empresa, incluyendo diversidad e inclusión social; el cuidado del medioambiente, y la vinculación con la comunidad”.
—¿Qué programas de responsabilidad social maneja Jáuregui y Del Valle?
—Actualmente, y derivado de la pandemia por el covid-19, nuestros programas se han fortalecido en materia de vinculación con la comunidad, lo cual incluye nuestro trabajo pro bono y donaciones, tanto en especie como en efectivo. Dichos donativos entran dentro de nuestro programa Inversión Social 1 %, el cual ya ha sido reconocido por el Cemefi.
“En 2019, la firma se adhirió a los Estándares Pro Bono México y, en 2020, aumentaron considerablemente las horas destinadas por nuestros abogados a atender asuntos en materia social de distinta índole, tomando principalmente asuntos provenientes de las clearing houses, tales como Centro Mexicano Pro Bono, A. C., Appleseed México, A. C. y Fundación Barra Mexicana, A. C., las cuales fungen como intermediarias entre la ONG beneficiaria y la ayuda legal, sin excluir a otras ONG que requirieron igualmente de apoyo legal. En total, 12 organizaciones fueron asesoradas en distintas ramas del derecho.
“En adición a lo anterior, tenemos una fuerte alianza con Pueblo Hacia Arriba, A. C., una asociación sin fines de lucro que brinda asistencia jurídica a personas y grupos en situaciones vulnerables, particularmente cuando se trata de sus derechos humanos. Su objetivo es ayudar a mejorar el bienestar social, legal y cultural de la población mexicana, en especial, entre los grupos vulnerables e indígenas, tales como víctimas, menores, inmigrantes, mujeres, personas discapacitadas y aquellas que han sido condenadas.
“En materia ambiental, nuestro despacho también ha desarrollado compañas de reforestación y ha implementado políticas ambientales que mejoren y fomenten el ahorro de los recursos naturales.
“Y los temas en materia de inclusión y diversidad social han tomado mucha relevancia para la firma, la cual ha desarrollado políticas internas de inclusión social y equidad de género. Los esfuerzos se centran en valorar a los colaboradores por su capacidad, profesionalismo e individualidad, independientemente de la edad, género, orientación sexual, cambio de género, matrimonio o unión civil, maternidad o embarazo, raza, religión o creencia”.
—¿Qué significado tiene para Jáuregui y Del Valle obtener el distintivo ESR?
—Es un logro para nosotros y para nuestros grupos de interés. Consideramos que el Cemefi evalúa acertadamente los pilares fundamentales que una ESR debe tener. Cada año han surgido nuevos retos a los que nos hemos enfrentado con la finalidad de mejorar nuestro compromiso, y hoy más que nunca es de suma importancia seguir generando acciones sociales que beneficien a nuestra comunidad, especialmente a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
“Nos gusta pensar que nuestros clientes no solo nos ven como socios estratégicos del negocio, sino que se sienten cómodos al trabajar con una empresa comprometida con la sociedad y que toma relevancia dentro de su cadena de valor sostenible”.
—¿Cuáles deben ser las prioridades de las ESR para esta nueva década?
—Desde nuestra experiencia, consideramos que las empresas deben apegarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuir a su cumplimiento dentro de las ramas que a la industria correspondan. Los ODS se ven reflejados en los ámbitos que sustenta el Cemefi, por lo que es de suma importancia identificar aquellos a los que podamos sumarnos como sector privado y contribuir con la sostenibilidad. Ver todas estas acciones no solo como un cumplimiento con la normativa, sino como la construcción del bien común dentro de nuestras distintas industrias. N